Todos de reojo la miramos
cavar y cavar
con las manos partidas,
la cara sucia.
Nunca le hablamos
sólo la vemos
perderse en la oscuridad
de sus pedacitos de tierra.
Sus uñas se ponen negras,
cava más profundo.
Trata de encontrar
tesoros escondidos,
fotografías viejas,
las serpentinas de un cumpleaños
que nunca celebró.
Deja sus huellas en la tierra,
trata de enterrarse a sí misma
todos lo sabemos
pero fingimos que no.