Dios siempre nos indica el camino.
Hoy atendí a un bebé de 1 mes y 12 días. Padre mudo y madre sordomuda severa; y logramos comprendernos con señas, sonrisas y miradas. Hermoso bebé y admirables padres. Y lo más emocionante fue que al despedirnos su madre balbuceara: ... "me gustó".