La Asociación de Veterinarios Abolicionistas de la Tauromaquia (AVATMA) ha elaborado un tremendo informe veterinario, en base a la visualización de las imágenes. Animales convulsionando durante segundos interminables, amputaciones ‘in vivo’ o estocadas repetidas en distintas partes del diminuto cuerpo de estos animales. PACMA inicia una recogida de firmas en la que solicita al gobierno municipal que no autorice las becerradas.
Madrid, 24 de agosto de 2015.- PACMA saca a la luz imágenes de las becerradas de Zarzalejo, una pequeña población de la Sierra Oeste de Madrid gobernada por Ahora Zarzalejo, que están previstas nuevamente para el fin de semana del 4 al 6 de septiembre de este año.
Son los propios vecinos del pueblo quienes torean a pequeños becerros, de menos de un año de edad y del tamaño de un perro grande adulto, provocándoles un terrible y agónico sufrimiento.
El informe veterinario elaborado por AVATMA (Asociación de Veterinarios Abolicionistas de la Tauromaquia) para el Partido Animalista revela cómo las banderillas clavadas provocaron a los becerros serias alteraciones respiratorias por neumotórax.
Las imágenes filmadas por el Partido Animalista, muestran también cómo un de los participantes se ensaña repitiendo una y otra vez las estocadas, multiplicando el sufrimiento al animal, al que se amputa la oreja cuando todavía estaba con vida.
El último becerro fue apuntillado de manera especialmente cruel. El animal aún en pie, sufrió una extrema agonía de mas de un minuto, cayendo finalmente de bruces y convulsionando durante más de 10 segundos.
PACMA ha lanzado una página web donde se recoge toda la información sobre estas becerradas, y a través de la cuál se están recogiendo firmas para parar esta atrocidad y exigir al Ayuntamiento de Zarzalejo que paralice inmediatamente las becerradas previstas y dé paso a alternativas de ocio éticas, que sustituyan al maltrato animal.
El Partido Animalista propone la prohibición de las más de 200 becerradas que se celebran en todo el Estado, en las que los propios vecinos de los pueblos torturan y dan muerte de manera terrible a animales de menos de un año de edad, práctica permitida aún en Reglamento Taurino Estatal.