LA PAZ.- El presidente Evo Morales rechazó el jueves que Bolivia haya ``fallado de manera demostrable'' en la lucha antidroga, como asegura un informe del presidente Barack Obama al Congreso estadounidense, y acusó a Washington de sabotear sus esfuerzos.“Primero nos dice que estamos bien y después nos descertifica. Es una descertificación política. Mientras tengamos una posición anticapitalista y antiimperialista Estados Unidos nunca certificará a Bolivia'', dijo el mandatario en rueda de prensa.
“Primero nos dice que estamos bien y después nos descertifica. Es una descertificación política. Mientras tengamos una posición anticapitalista y antiimperialista Estados Unidos nunca certificará a Bolivia'', dijo el mandatario en rueda de prensa.
Agregó que el gobierno de Estados Unidos incurre en ``sabotaje a la lucha contra el narcotráfico'' que encara Bolivia, porque ``incumple'' el principio de ``responsabilidad compartida'' que convenios internacionales obligan a la comunidad mundial como mercados de consumo.
Asimismo, rechazó que la expulsión de la DEA de Bolivia en el 2008 haya perjudicado el combate a las mafias de la droga, como asegura el informe del gobierno estadounidense divulgado el jueves por la embajada de Estados Unidos en Bolivia.
``Lo que no acepta Estados Unidos es que un país pequeño como Bolivia, con un presidente visto como un indio, comience a dignificar a los bolivianos y latinoamericanos'', dijo y reiteró que la lucha antidroga es un ``pretexto'' de Washington para ``intervenir'' en los países ``con fines geopolíticos''.
Sin embargo, reconoció que la limitación de su gobierno es la carencia de radares y helicópteros para combatir a las mafias locales.
En su informe al Legislativo de su país, Obama dijo que Estados Unidos ``reconoce y apoya los esfuerzos de Bolivia para combatir la producción y el tráfico de narcóticos ilegales''.
Bolivia es el tercer productor de coca y cocaína después de Colombia y Perú y según el último informe de la ONU, en el 2009 hubo un aumento del 1 por ciento en los cocales hasta alcanzar a 30,900 hectáreas de las que 20,000 son legales y están destinadas a usos tradicionales.
De la misma manera, diversos informes aseguran que la producción de cocaína aumentó en los últimos años a pesar de que los cultivos de coca se estabilizaron.
Morales expulsó al embajador estadounidense en el 2008 por sospechas de confabular con los opositores, mientras Washington eliminó a Bolivia de unas preferencias arancelarias. Desde entonces las relaciones entre los dos países quedaron casi congeladas.
Pese a ser el mandatario boliviano, Morales continúa siendo el máximo dirigente de los principales sindicatos productores de coca en ese país sudamericano y realiza una campaña internacional para lograr que la planta sea excluida de la lista de estupefacientes de Naciones Unidas.