Miércoles 22 de octubre de 2014
La relatora especial de las Naciones Unidas sobre la trata de personas, la nigeriana Joy Ngozi Ezeilo, aconsejó a Argentina que reforme de forma urgente la ley que regula este delito, cuyas víctimas tienen en el país una protección y un acceso a la justicia bajo su punto de vista insuficiente.
Ezeilo concluyó hoy una visita oficial a Argentina preocupada por el aumento de la trata de personas en el país, que, "sin duda, se ha convertido en un país de destino" para las víctimas de este delito, se lamentó.
Además se mostró abrumada por la "impunidad con la que la trata de personas se lleva a cabo y los horribles abusos a las víctimas" de este delito, que en su opinión se ha convertido "en un caso moderno de esclavitud que reporta enormes beneficios a muchas empresas".
Durante una conferencia de prensa, denunció las limitaciones de la legislación argentina en esta materia, la pobre coordinación de las actividades contra el tráfico de personas y los "pocos recursos" destinados a esta labor.
También advirtió sobre la inadecuada protección que en Argentina tienen tanto las víctimas como las personas e instituciones involucradas en ofrecerles asistencia y apoyo.
La funcionaria de la ONU manifestó una especial preocupación por la trata de niños en este país sudamericano, "especialmente para servidumbre por deudas y prostitución forzosa".
"Hay poca capacidad para combatir la trata de personas, además hay que contar con la corrupción de la policía y otros miembros de las fuerzas de seguridad que están directamente involucrados en implementar medidas contra este delito, especialmente a nivel provincial, donde reciben coimas y colaboran ilegalmente con traficantes", puntualizó.
Advirtió también de que los inspectores laborales "no tienen la capacidad necesaria" para combatir la trata de personas para explotación laboral, que también ha aumentado, pero está "mucho más oculta" que la sexual.
Ezeilo, quien se reunió con el ministro argentino de Justicia, Seguridad y Derechos Humanos, Julio Alak, aconsejó aumentar la cooperación con países vecinos de los que proceden mayoritariamente las víctimas en Argentina, en especial Bolivia, Paraguay y República Dominicana.
También que el Gobierno argentino destine mayores recursos para combatir la trata de personas y que aplique una política de "tolerancia cero" a la corrupción, para "asegurar que cualquier agente involucrado en el crimen de la trata de personas sea debidamente procesado y severamente castigado".
La ONU lanzó la semana pasada un plan de acción global contra el tráfico de personas, con el que busca fortalecer la persecución internacional de este delito que afecta cada años a cerca de dos millones de personas en todo el mundo.