Hace tiempo que ya no me asombra la ductilidad mediática del periodista- sociólogo, que es Miguel Ángel Almodóvar. Titulado Superior del Consejo Superior de Investigaciones Científicas, complementa su vasto pedigrí académico con escritos divulgativos de diverso contenido. Ameno conferenciante, comunicador de amplio espectro, ninguno de los “media” se le resiste.
Predicador de los alimentos sanos y practicante de la ecología activa, oficia desde el púlpito de la prensa escrita y las revistas especializadas. Los estudios radiofónicos y los platós de las televisiones disfrutan hace años de su elocuencia. Y libros. Uno al año, bien documentados, algunos de ellos verdaderos tratados de divulgación para el gran público. Como el que vio la luz hace unos meses, titulado La Fibromialgia (FM) y el Síndrome de Fatiga Crónica (SFC). Estas enfermedades que tienen escasa atención institucional y nula visibilidad social, son de muy difícil diagnóstico, porque se confunden con otras dolencias. Ambas son enfermedades crónicas y no tiene curación definitiva, pero Almodóvar las describe, y propone atenuar sus síntomas mejorando la calidad de vida del paciente suministrando suplementos nutricionales naturales, de fácil adquisición y carentes de efectos secundarios. O su último libro titulado El Segundo Cerebro, en el Miguel Ángel Almodóvar relaciona nuestro intestino con el cerebro y su influencia en la calidad de la salud física y mental. Enumera los últimos descubrimientos científicos sobre el papel del estómago y la flora intestinal en la calidad de vida, y pone el énfasis en la importancia de los buenos hábitos alimentarios y lo saludable que es tener una dieta equilibrada.