Hay que ver lo rápido que se han movido los mandamases peperos. Acojonados y aterrados por las claras amenazas vertidas por Bárcenas en su entrevista con ABC, -en la cual dijo tener todavía "importantes documentos", (fotos, videos, grabaciones) para mostrar-, el aparato –según la idea que maneja el ciudadano de la calle- se ha puesto en marcha y hoy mismo, sorpresiva e inexplicablemente, salta la noticia de que le ha sido concedida a Barcenas, una de sus tantas peticiones para salir en libertad bajo fianza.
Una fianza ridícula, por lo demás... ¿¿¿Cuanto tardará Barcenas en reunir esa calderilla?... ¿Que significan o que son 200mil euros para un tipo que ha robado millones??? Lo que está claro y eso lo ve hasta un ciego, es que dentro de los posibles males, el PP ha escogido el menor: Es preferible "cargar" con la sospecha ciudadana de "haber metido mano" para facilitar la salida de la cárcel de Bárcenas, que arriesgarse a que el ex tesorero se siente en el ventilador y de la "rociada" resultante, no se libre ni el Tato. “La sospecha ciudadana se diluirá con el correr de los días”, habrán concluido en el PP y mientras tanto, los responsables comunicaciones del partido rasgarán sus vestiduras y harán vehemente declaraciones en contra de la decisión judicial pero por encima de esas declaraciones, en el fondo de la memoria ciudadana siguen sonando aquellas palabras del célebre SMS enviado a Bárcenas por Rajoy. “¡Ánimo Luis, Sé fuerte! Estamos Contigo”.
En el PP saben de sobra que si Bárcenas abre el pico, en ese mismo momento se iría todo al carajo y con elecciones –a vida o muerte para el PP-, en el inmediato plazo, no es cuestión de andarse jugando todo a una sola carta. Asco de políticos... asco y más asco... ¿Que otra cosa puedan dar?... Definitivamente, "no hay salú"...