Pueblos de España

La Vijanera, el primer carnaval de invierno de España volvió a revivirse en Silió

Cantabria

Por A. del Saja – Miembro de FEPET

Miércoles 14 de enero de 2015

La Vijanera, el primer carnaval de invierno de España, volvió a escenificarse el primer domingo de enero, en Silió, pequeña localidad de Cantabria, perteneciente al municipio de Molledo, ubicado en la parte alta del valle del Besaya, entre Torrelavega y Reinosa, siguiendo la carretera nacional.



La Vijanera es una fiesta de carácter carnavalesco, que está declarada de Interés Turístico Nacional en atención a su popularidad y tradición. Originalmente se festejaba en los valles cántabros de Iguña, Toranzo, Trasmiera, Campoo y Polaciones pero en la actualidad la única localidad de la región donde se lleva a cabo es en Silió. El primer carnaval del año en España y, posiblemente, en Europa, consiste en un mascarada colorista en la que participan alrededor de 120 personajes, todos varones, como "la madama", "el mancebo", "los trapajones", "el oso" y "su dueño", "el pasiego", "el caballero", "la Pepa" o "Pepona", "el médico", "el domador", "el húngaro", "el Viejo" y "la Vieja", todos ellos vestidos de manera vistosa y con una función y un simbolismo propios.

Sin embargo, los verdaderos protagonistas de la fiesta son los zarramacos debido a la importancia de su papel. Estos últimos son personas vestidas con pieles de carnero y sombreros picudos además de llevar la cara pintada de negro que van ahuyentando los malos espíritus del año que comienza haciendo sonar los varios campanos que llevan atados al cuerpo. Su misión es la de expulsar a dichos espíritus del pueblo llegando hasta los límites del mismo, tradición que apunta a otras mucho más antiguas probablemente provenientes de la época romana.

La segunda parte de la celebración trata de hacer crítica del año que acaba. Los mozos vijaneros se reúnen en la plaza del pueblo y leen unas coplas que, en lenguaje popular y tonos que van desde la jocosidad hasta el ensañamiento, analizan lo sucedido en el pasado año desde nivel local al internacional.

La fiesta termina con dos actos, primero se produce "la Preñá", es decir el parto o nacimiento del nuevo año. Tras esto, La Vijanera concluye con la muerte del Oso, que simboliza la victoria del bien sobre el mal y el deseo de buenos propósitos para el nuevo año.

Como puede comprobarse, en esta fiesta se representa el deseo de desterrar el año pasado y preparar el camino al entrante para que comience con ilusión y buenos augurios. Quizá sea por ello por lo que el dios romano Jano es el encargado de presidir La Vijanera. De hecho, Jano (Janus en latín) deriva de Jauna, esto es, puerta, lo que puede querer significar "puerta entre dos años" si tomamos en cuenta el prefijo vi- (bi-, dos).

Como aliciente a la celebración en sí, en las recientes ediciones se ha instaurado un premio de fotografía. Por otra parte, se ha habilitado el Museo sobre la festividad en Silió, promovido por la Asociación de Amigos de la Vijanera, responsable de la organización y recuperación de este evento hace ya más de 25 años tras su desaparición durante el franquismo.