Miércoles 22 de octubre de 2014
Después hacer todo lo posible para tener un restaurante uruguayo en la Exposición Universal de Shanghái 2010, y tras negociaciones en las que llegó a intervenir el anterior presidente Tabaré Vázquez, Uruguay lo ha conseguido y está presente con un pabellón y un local aparte para presentar su carne.
Ambos espacios, ubicados en edificios diferentes (el pabellón conjunto latinoamericano, que da lugar a la representación de nueve países de habla hispana, y un bloque de restaurantes a unos 300 metros de distancia), tratan de presentar a Uruguay en China como un país que destaca, sobre todo, por su cercanía con la naturaleza.
"En cualquier ciudad uruguaya, es muy difícil que, a menos de 10 minutos de auto, uno ya no esté en el campo", explicó a Efe el comisario general de la participación uruguaya, Roberto Villamil, que sustituye en el cargo al comisario nombrado en 2009, Luis Almagro, entonces embajador en China y hoy ministro de Exteriores.
"Uruguay ofrece características muy diferentes (de las grandes urbes chinas como Shanghái), con paisajes muy agradables, y el visitante se sorprende y se lleva muy buena impresión de un país que, para la mayoría (de los chinos) es totalmente desconocido, salvo por el fútbol", añadió.
De ahí que el objetivo del país sudamericano para la mayor Expo de la historia sea "reforzar el concepto de Uruguay natural, una imagen de marca que tratamos de promocionar a nivel mundial", para lo cual era de gran importancia poder contar con un local en el recinto donde ofrecer carne uruguaya.
"La carne es una de las imágenes que más se asocian con el Uruguay, un país productor de una de las mejores carnes del mundo", ya que sus reses se crían de manera natural en la tranquilidad de las praderas uruguayas, sin hormonas ni alicientes en su alimentación, recordó.
"Es uno de los rubros más importantes para nuestro país, y gracias al esfuerzo tecnológico que se ha introducido en este sector en los últimos 20 años (con innovaciones como la llamada "trazabilidad" o seguimiento del origen de cada pieza de carne) tenemos estándares de calidad muy difíciles de igualar", agregó.
De esta manera, el pabellón indica a sus visitantes cómo llegar hasta el restaurante, que gestiona el Instituto Nacional de Carnes (INAC), y que está siendo bastante bien aceptado en sus primeros días, según Villamil, que asegura que ha estado funcionando "de corrido" a pleno rendimiento.
También el pabellón ha estado recibiendo más visitas de lo esperado, a pesar de que, por ahora, a la Expo está acudiendo, de media, menos de la mitad de la gente que estaba previsto en un principio.
"Está viniendo mucha más gente de lo que esperábamos", admitió el comisario. "Según las cifras de los organizadores, contábamos con la presencia de unas 2.000 personas diarias, y sólo en los dos primeros días de la Expo (los de mayor número de visitantes hasta ahora) llegamos las 12.000", destacó.
El pabellón uruguayo cuenta en su espacio con seis bloques acristalados, que evocan un ambiente urbano, donde se da información y recuerdos a los visitantes, se pone el ansiado sello del país en el "pasaporte de la Expo" que van completando los más coleccionistas, y se espera acoger reuniones de negocios.
Ese espacio está envuelto con grandes paisajes naturales impresos en las paredes, y con una zona abierta, cubierta una moqueta verde como la hierba, donde destaca la estatua de una vaca con la que da la sensación de que no hay visitante que pase por allí sin hacerse una foto.
"Estamos a 18.000 kilómetros de vuelo y a 12 horas de diferencia, pero queremos que (los chinos) nos vean como somos: un país apacible, con muy buenas condiciones de vida, en el cual es muy fácil estar en contacto directo con la naturaleza, y muy abierto a hacer negocios con todo el mundo", concluyó Villamil.