Chile

El nombramiento de Gobernadores, complica al presidente Piñera

Piñera cuestionado por los nombramientos de altos cargos públicos...

El mandatario decide nombrar como gobernadores a personas provenientes del sector empresarial.

Miércoles 22 de octubre de 2014
La entrada al gobierno de Chile del presidente Piñera ha sido movida. Pocos días antes de asumir, un devastador terremoto destrozó buena parte del país y hoy, a casi un mes de haberse producido aquel sismo, el presidente enfrenta otros remezones aunque éstos últimos, son de tipo político y provienen tanto de la oposición como de sus propias filas y el motivo, los nombramientos de los altos cargos que conforman el aparato de gobierno interior de su gestión.



Esta semana han arreciado las críticas que le acusan de mezclar de manera irreverente, los negocios con la política y el principal blanco de las críticas –incluso desde sectores afines a su propio gobierno-, ha sido el inusitado retraso en deshacerse de las acciones que poseía en la aerolínea LAN, retraso que se ha justificado por la excepcional situación de emergencia que vive el país desde el pasado día 27FEB,

Por si éstas críticas no fueran suficientes se han unido ahora, los cuestionamientos por la designación de altos cargos públicos sospechosos de no ser idóneos o no estar preparados para asumir los puestos para los que han sido designados.

Este jueves dos diputados opositores solicitaron al Ministerio del Interior que revise los nombramientos de al menos cinco gobernadores, cuestionados por tener deudas, acusaciones de fraude o juicios pendientes contra el Estado.

Pero éstas no son las únicas objeciones, ni siquiera las menores. Desde distintos sectores se afirma que más de la mitad del medio centenar de gobernadores (los directos representantes territoriales del presidente), tienen conflictos de intereses (comerciales, empresariales, de negocios), con el cargo fiscal que ocuparán sobre todo, si se toma en cuenta que manejarán cuantiosos recursos del estado. En Chile, a diferencia de España por ejemplo, no existe una división autonómica del país y todo depende del gobierno central y por ello, los distintos cargos de responsabilidad gubernamental interna, son de designación libre y facultativa del presidente de la república.

El origen de los cuestionamientos a los nombramientos del presidente se deben principalmente al hecho que Piñera ha querido (tal como hiciera con su gabinete ministerial), rodearse de sus pares, de personas afines a su trayectoria empresarial lo cual facilita que puedan producirse por razones obvias, conflictos de intereses entre el poder asumido por el alto funcionario y sus intereses personales, por muy legítimos que éstos sean.

De ahí que en un primer momento, muchos de los designados por el presidente choquen frontalmente con las leyes y disposiciones de los organismos contralores que regulan el desempeño de los altos funcionarios públicos ya que la llamada Ley de Probidad por ejemplo, señala que un alto cargo público debe haberse desvinculado de la actividad privada (empresarial) al menos dos años antes de ocupar un puesto o cargo público de designación gubernamental.

De ahí que los críticos del presidente encuentren con mucha facilidad los puntos negros para atacar su actuación en este campo de la designación de funcionarios públicos de exclusiva confianza del primer mandatario y muchos congresistas opositores han amenazado con impugnar tales nombramientos lo cual agregará una dificultad política adicional, al ya de por sí complicado panorama actual del gobierno que tiene problemas de muchísima importancia pendientes de resolver..

Por otra parte, tampoco debe dejarse de lado que el presidente Piñera tiene -al momento de señalar sus designaciones-, que cumplir con un tácito compromiso con quienes apoyaron su llegada a la presidencia y en este caso, la UDI, la Unión Demócrata Independiente, es el principal socio y soporte en el gobierno y es por lógica el que tiene el mayor cuoteo de empleados públicos de alto nivel a colocar en puestos clave del gobierno.

Por ello, lo más que probable es que Piñera se esté viendo obligado a nombrar en puestos de alta responsabilidad a personas que antes que candidatos plenamente idóneos y calificados, son miembro de la UDI, su principal soporte en el gobierno, cosa que no sucedería con su propia formación, RN (Renovación Nacional) que aunque en la misma situación, presionaría menos en su cuota de cargos públicos.

Un caso paradigmático para explicar lo anterior sin lugar a dudas, sería el fiasco y el patinazo de Piñera producido con la marcha atrás en el nombramiento del gobernador de la región del Bío Bío, Miguel Stegmeier el cual, una vez conocida su designación, fue inmediatamente cuestionado por su oscura trayectoria que habría incluido tortuosas operaciones de lavado de dinero, protección a las actividades de un criminal de guerra nazi y pederasta actualmente cumpliendo condena y fundador de la tristemente célebre Colonia Dignidad, el conocido Paul Schaeffer, quien en tiempos de la dictadura de Pinochet, facilitó las instalaciones de la citada Colonia Dignidad para la detención, ocultamiento y tortura de presos políticos de la DINA, la policía secreta de Pinochet.

Pocas horas después de hacerse públicas estas denuncias, el gobierno de Piñera a través del ministro del Interior, debió anular el nombramiento alegando desconocimiento de las actividades de Stegmeier lo cual bien mirado, resulta casi ridículo e inaceptable tomando en cuenta que cualquier gobierno que se precie, debe conocer a fondo, el C.V. de los eventuales altos cargos a designar. Stegmeier, el defenestrado gobernador del Bío Bío, es militante de la UDI, que agrupa -y no por mera casualidad-, a todo el rescoldo pinochetista que aun queda en Chile.

Como se ve, los problemas políticos parta Piñera no han hecho más que comenzar y es que si bien Piñera es un empresario de éxito indiscutible, ello no garantiza en modo alguno esa misma calidad en la arena política.