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Tres cachorros de león fueron llevados al zoológico de Oregón. Su padre, al parecer, no está contento con su presencia. Los cachorros juguetean alrededor de su padre e intentan llamar su atención. Al parecer el felino mayor no se conmueve, como los visitantes del zoológico, y no pierde tiempo en mostrar su descontento. Rugidos y una muestra constante de su poder mandibular hace que los cachorros se mantengan a raya y su juego con él se quede solo en un intento para llamar la atención de su padre.