La presidenta brasileña, Dilma Rousseff, inauguró en una ceremonia muy particular, el estadio Nacional Mané Garrincha, de la capital Brasilia, una de las seis sedes de la Copa FIFA Confederaciones que inicia el próximo 15 de junio, y de los doce escenarios de la Copa Mundial de fútbol de 2014.
Por Gaby Alonso - Twitter: @Gabriela_Alonso
No hubo discursos, y se pudo ver a la mandataria, en compañía del gobernador del Distrito Federal, ágnelo Queiroz, y tres niños, dar el puntapié al balón que estrenó desde el círculo central, el renovado estadio.
Posteriormente, se disputó el primer partido, con oportunidad de la final del campeonato regional de la capital, entre el Brasilia y el Brasiliense, al que concurrieron 22 mil espectadores de los 71 mil que puede albergar el escenario, entre ellos los trabajadores que participaron en las obras.
El Nacional es una construcción nueva, levantada en el mismo lugar del demolido estadio Mané Garrincha, pero si bien mantiene ese nombre en honor al futbolista campeón mundial en 1958 y 1962 que falleció en 1983, el mismo no será utilizado en competiciones FIFA.
Ha costado unos 500 millones de dólares, y en la Copa Confederaciones albergará únicamente el partido de inauguración entre el local Brasil, y Japón, para luego si, durante la Copa Mundial FIFA de 2014, ser sede de siete encuentros entre ellos, uno de octavos, otro de cuartos de final y el juego del tercer puesto.