Por Pampo
Miércoles 22 de octubre de 2014
I
Se nota la fiesta en el aire,
campanas se escuchan ya,
alegres todos están, pues luego
llega Navidad.
II
Las vitrinas se arreglan bien,
!qué preciosos juguetes se ven! y en las
puertas de una juguetería, un niño vestido
de harapos observa bien.
III
Aquellos ojitos maravillados lo
sacan de su triste vida de niño pobre,
transportándolo a ese mundo en que solo
la pureza de alma te puede conducir.
IV
Un vigía se acerca diciéndole...,
!córrete de aquí andrajoso, que la
clientela espantarás !.
V
Dos lágrimas caen de aquellos
ojitos maravillosos y por la calle
se aleja ya, más esa noche es
Navidad y llorando su alma va.
VI
Cansados los ojitos, el niño durmiendo está
y regalo más precioso en su vida recibió,
ya que en su largo sueño, Dios al cielo se lo
llevó.