Opinión

Y así van llegando los lunes.

DESDE ACÁ, MAFER...

Es que los tiempos que estamos viviendo no nos dan respiro.

Miércoles 22 de octubre de 2014
Es increíble ver como vamos cerrando semana tras semana, de un modo cada vez más vertiginoso.

Pero a pesar de ello, pareciera que avanzamos poco en nuestras vidas.

Cada final de domingo nos damos cuenta que algo quedó pendiente... algo por hacer, algo por comprar, algo por arreglar, alguien a quien visitar.

Nos hemos ido acostumbrando a dar uso a los ratos libres, con actividades predeterminadas. Le hemos impuesto obligaciones a nuestros momentos de descanso: “mientras tomo desayuno, voy a revisar unos mails”; “en la hora de colación, iré al banco”; “durante el recreo, terminaré el dibujo”... etc.

Le agregamos actividades a nuestros días, pero igual nos falta tiempo para esas nuevas actividades.

Hemos permutado el término “llámame” por “linkéamelo”.

Antes para decirle un “te quiero” a nuestra madre, nos bastaba con ir al teléfono del poste de la esquina; ahora tenemos que encender el PC, conectarnos a internet, activar el navegador, digitar una dirección virtual... y si se cae la señal... nuestra madre creerá que ya la hemos olvidado.

Muchas personas que se dicen exitosas, no se dan cuenta que ese éxito muchas veces ha tenido un costo, y lo que es peor, no han tenido tiempo para darse cuenta...

Cada 2 horas, mira durante 15 minutos el mundo a tu alrededor. O cada 2 horas, mira durante 15 minutos simplemente al cielo. O cada 2 horas, mira durante 15 minutos muy al interior de tu ser.

Si así lo hacemos, nos quedará tiempo incluso... para comentar estos pensamientos.