Impresentable lo ocurrido con el despido del DT de la Selección Chilena de fútbol, Claudio Borghi.
Pareciera ser que los personeros de la ANFP, quisieron dar una demostración de poder y autoritarismo, con su proceder. Ni siquiera he visto desvincular a un entrenador de segunda división, ni siquiera del futbol amateur, de ese modo.
Y no estoy diciendo que debería haberse mantenido en el cargo, ya que los resultados no lo avalan, pero hay formas y formas de hacer las cosas. Efectivamente como dice el refrán popular: “La ropa sucia se lava en casa”.
¿Era vital perder 2 días para ya una vez en Stgo citarlo a las oficinas de la ANFP y comunicarle el despido? Sentí vergüenza como chileno, de ver ese triste espectáculo, en un país extranjero. Y me imagino que la prensa internacional ya estará haciendo lo suyo con esa insólita noticia.
Y lo que es peor, con esta demostración de un nulo respeto por la dignidad humana, creo que a los llamados "señores" del fútbol chileno, se les hará cada vez más difícil conseguir un nuevo DT en pocos días. Ningún entrenador que se de a respetar va a querer involucrase con una dirigencia tan mediocre.
Lo más paradojal, es que como nunca tenemos tanto jugador desempeñándose (no digo triunfando) en Europa, y sin embargo la clasificación se ve cada día más lejana.