A propósito de las viñetas sobre Mahoma
El gobierno francés apela al consabido y sacrosanto precepto de la seguridad, cuando en realidad no es ese el fondo del tema. Cuando se confunde la libertad de expresión, con poder decir lo que sea, sobre cualquier cosa, lo que se hace es faltar al precepto del respeto al otro. Vivimos un momento en el que se busca aquello que más duele para incidir en ello, punzar, mofarnos, de lo que a otros resulta ofensivo. La libertad sin respeto es libertinaje, y utilizar aquello que sabemos resulta ofensivo para demostrar nuestra libertad, nos convierte en fascistas, capaces de pisotear lo que sea y a quien sea por demostrar que podemos hacerlo. En esa sociedad vivimos, y nos parece irrisorio que alguien se sienta ultrajado por unas viñetas... hasta que nos tocan lo intocable y entonces reaccionamos. No se trata de garantizar la seguridad de nadie, se trata de garantizar que todos podemos ejercer nuestra libertad respetando la de los demás. Mal por Charlie Hebdo, mal por Hollande."