Miércoles 22 de octubre de 2014
Una invitación al presidente Evo Morales para participar de la mayor feria empresarial boliviana desató esta semana una polémica entre los grupos conservadores más reacios al mandatario y puso al descubierto una crisis en la derecha boliviana a cuatro meses de los comicios generales.
La polémica surgió cuando Eduardo Paz, presidente de la Cámara Industria y Comercio (Cainco) de la región de Santa Cruz, la institución más emblemática del empresariado opositor a Morales, anunció que invitará al mandatario a participar de la Expocruz 2009 la próxima semana.
Luis Núñez, el presidente del Comité Cívico, considerado por los opositores el "gobierno moral de los cruceños", salió al paso y declaró "traidor" a Paz y anunció que renunciará al cargo si la Cainco confirma su invitación.
El asunto será debatido en la "asamblea de instituciones", que agrupa a sectores conservadores de esa región, la más rica de Bolivia y que aspira a su autonomía. Núñez anticipó que si allí se ratifica la invitación, dimitirá del cargo.
Nunca antes se había dado una pugna pública al interior de organizaciones empresariales de Santa Cruz. l gobierno no hizo ningún comentario.
El diputado Alajandró Colanzi aventó más la polémica al declarar a periodistas que se trata de "una pelea entre logias que está destruyendo a las instituciones cruceñas". El dirigente de una importante organización indígena del oriente Pedro Nuni, aliado de Morales, dijo que los empresarios de Santa Cruz no invitan a mandatario a la feria por razones "racistas".
Núñez alegó que la razón es que Morales generó violencia en la región, "dividió a los cruceños" y desató "persecución política" en contra de líderes locales. En más de tres años que lleva de gestión, Morales nunca fue invitado a participar de la apertura de la mayor vitrina empresarial boliviana.
Líderes cruceños conservadores lideraron hace un año una ola de protestas antigubernamentales que derivó en la muerte de campesinos leales a Morales. El mandatario dijo que se trató de un movimiento sedicioso para derrocarlo.
El gobierno acusó a los grupos conservadores de Santa Cruz de financiar a una desarticulada banda de mercenarios extranjeros que supuestamente buscaba crear milicias para la separación de esa región. Morales los acusó de separatistas.
Para políticos en esa región, algunos empresarios intentan mantener distancias con esos grupos que han sido vinculados con una banda de mercenarios que fue abatida por la policía en abril.
Esa acción radical actualmente bajo investigación dividió más a la oposición derechista que no ha podido articular una alianza electoral fuerte y unida para enfrentar a Morales en las elecciones de diciembre. Encuestas electorales perfilan al mandatario como favorito a la reelección.