El abrazo infinito

Recorres lentamente mi cuello con tus labios húmedos, cálidos, deseosos, puedo sentir tu respiración en cada sorbo de aire apresurado, tu boca se inquieta, tus manos se liberan, tu cuerpo se aproxima. ¡Se pega! ¡Tu olor me impregna! Dibujas mi espalda, tus manos comienzan a volar, tocan, acarician y yo… comienzo el ascenso, primero suave, sinuoso, las palpitaciones son tenues, te miro, acaricio tu rostro, me gusta reconocer tus facciones con mis manos, ese arrizcar de tu nariz tan gracioso, toco tus labios con mis dedos, suave, muy suave, esa boca tuya que me dio aquel primer beso, inicio de sensaciones nuevas, enredadas entre la inocencia y la sensualidad… quiero que sientas, amor mío,  que estamos vivos, uno junto al otro, que la vida se nos acorta, que mi corazón se eleva y mi cuerpo se estremece… mis palpitaciones me invaden… Quiero detener el tiempo en este abrazo profundo e infinito, quiero que sientas al igual que ayer el lenguaje de las miradas, necesito gritarte que tu recuerdo ha sido imborrable. El momento se aproxima, te recibiré en mi cuerpo y sellaremos nuestro cariño. Es el inicio de una nueva vida, entraremos a caminos nuevos, recorreremos juntos ese mar de placer en el que nunca hemos navegado… en el momento sublime subiremos a las cimas de los árboles, para finalmente descansar nuestros cuerpos agotados y sudorosos en la torre que se construyó junto a nuestro cariño…