Los manifestantes atacaron con huevos, pintura y tierra a los asistentes del acto que organizó el alcalde del municipio de la céntrica comuna de Providencia, el ex coronel del ejército Cristián Labbé, para homenajear a Krassnoff, un militar condenado a 144 años de prisión por unos 23 crímenes de lesa humanidad.
Bajo intensos gritos de "¡Asesino, asesino!", y gruesas disputas verbales, los manifestantes intentaron evitar el ingreso de los asistentes al homenaje, que se realizó en el Club Providencia, en el oriente de Santiago.
Los manifestantes arrojaron también palos y piedras a efectivos de fuerzas especiales, que llegaron hasta el lugar para disolver la manifestación a través del uso de gases lacrimógenos y chorros de agua.
Antes del inicio del evento, hubo un aviso de bomba que motivó la revisión del recinto, pero no su desalojo.
La sublevación se extendió por más de tres horas y dejó al menos cuatro policías heridos, además de varios detenidos, según datos preliminares de la policía.
La contra-manifestación fue convocada por agrupaciones de víctimas de la dictadura, que dejó un saldo de más de 3.000 víctimas, entre muertos y desaparecidos.
"Es una actividad que nunca se tuvo que haber realizado", señaló Mireya García, de la Agrupación de Familiares de Detenidos Desaparecidos. "Es una afrenta a la democracia, a la memoria de las víctimas, a la sociedad chilena", añadió.
"No quiero que en Chile, el que piense diferente sea aplastado. O en este país se tiene una sola visión o no se puede vivir", respondió el alcalde Labbé, miembro junto a Krassnoff de la Dirección Nacional de Inteligencia Nacional (Dina), la temida policía política que operó en los primeros años de la dictadura de Pinochet.
No obstante , Labbé no asistió a éste.
Krassnoff, preso en una cárcel especial para militares, es considerado uno de los mayores represores chilenos.
Estaría vinculado con la tortura y posterior asesinato del cantautor Víctor Jara, en 1973 y aparece como uno de los asesinos del jefe del Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR), Miguel Enríquez.
"Este acto es muy significativo para todas las familias (de militares) que están sufriendo encarcelamientos injustos que afectan a nuestros maridos, padres, nuestros hijos y abuelos de nuestros nietos", afirmó en el homenaje la esposa del ex militar, María de Los Ángeles Bassa, según reproducen medios locales.
La semana pasada, al anunciarse la realización del homenaje a Krassnoff, se generó en Chile una áspera polémica que incluso salpicó al presidente Sebastián Piñera, invitado al acto.
Una asesora del mandatario lo excusó de asistir, pero a través de una carta felicitó a los organizadores por la iniciativa y les entregó "sus mejores deseos de éxito", lo que generó un fuerte rechazo y llevó a la asesora a explicar que se trató de un "error" y posteriormente renunciar al cargo.
Más tarde, a través de su cuenta en la red social Twitter, Piñera rechazó el homenaje.
"Condeno, y siempre he condenado, las violaciones a los derechos humanos, en todo tiempo, lugar y circunstancia. En consecuencia, no comparto y rechazo cualquier manifestación de apoyo a condenados por los graves atropellos a los Derechos Humanos ocurridos en Chile", aseguró el mandatario.
Unas 200 personas asistieron al acto, en el que se presentó una reedición del libro "Miguel Krassnoff, Prisionero por servir a Chile", de la historiadora Gisela Silva Encina.
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