Tejido en crin: protagonista de 38ª Muestra de Artesanía UC

Camelias, copihues (flor nacional de Chile), violetas, mariposas, ramas, anillos pulseras, aros, collares, prendedores, nacen de las manos de expertas artesanas que en los corredores de sus casas urden sus hilos y fibras.

Artesanía Tradicional y Universidad Católica

Esta nueva Muestra Artesanal, la número  38 que organiza la Universidad Católica, en colaboración con la Municipalidad de Vitacura en el Parque Bicentenario, reúne a 200 artesanos de 20 países, en 160 stands, incluyendo a los venidos desde Kenya e India. Las artesanas vienen de la zona de Colbún, Rari Panimávida, Quinamávida, San Nicolás, entre otras comunidades de la VII Región.

“Hay que resaltar que este oficio de moda, entre otros factores ha recibido galardones internacionales y el sello de excelencia de la UNESCO”, señala María Celinda Rodríguez, directora del Programa de Artesanía UC. Igualmente, estarán presentes las 55 creadoras que vienen de San Clemente, Talca, grupo que recién se conformó  bajo el nombre “Ruta de la Lana Manos del Pehuenche”.

Auténtico encuentro de mercados populares

Como un auténtico encuentro con lo más valioso de la vida común de nuestros pueblos Latinoamericanos, los mercados populares permanecen en la retina de quienes recorren este territorio. Son el crisol de todas las manifestaciones de arte popular de nuestro continente.

La muestra ofrece al público que la visita un comercio de excelencia “hecho a mano”, personalizado, sin intermediarios, con obras de imaginería religiosa, platería, ebanistería, textiles, orfebrería, cerámica, cestería, entre otras piezas. Los objetos son utilitarios, de decoración y rescate de gran tradición e innovación.

Salir de nuestros apartados pueblos y mostrar nuestro trabajo

La artesana Alicia Cáceres señala:”Esta actividad nos ha impulsado a salir de nuestros apartados lugares y talleres de trabajo y darnos a conocer directamente al público Es un enorme aliciente continuar con nuestra labor con las felicitaciones que recibimos de parte de tantos visitantes”. “Estamos todos los pueblos que forman nuestra raza, los aymaras, los rapanui, los mapuches con sus galas y amistad, todos orgullosos de haber sido invitados a participar con nuestras artesanías”.

Crin: Identidad transmitida de generación en generación

Estas laboriosas artesanas  y creadoras han dado identidad al país por más de 100 años en una valiosa transmisión de este arte de madre a hijas. Su reciente reconocimiento,  ha puesto valor a las nuevas tendencias de diseño inspirado en lo autóctono, a la vez que  ha dado como resultado un mayor desarrollo de piezas únicas, que el turista extranjero aprecia adecuadamente y se lleva encantado a su patria.

Particular estética y colorido

Propietarios de una particular estética, los objetos de crin son reconocidos por el colorido y variedad de sus piezas. Éste se tiñe con los más diversos colores y luego se teje con las manos, utilizando agujas sólo para las terminaciones. El crin se obtiene en las curtiembres y debe ser preparado antes de ocuparse. Su proceso es la repetición del lavado por varias veces y luego se inicia el proceso de secado, extendiéndolo a la sombra. El vegetal que se emplea para el entramado es una fibra del maguey de origen mexicano llamado ”tampico”.

Tradición oral, estero y sauces

La tradición oral cuenta que antiguamente cuando no había agua potable en las casas de la zona, las mujeres lavaban su ropa en el estero de Rari, que estaba rodeado de árboles, especialmente de álamos y sauces. Mientras algunas lavaban, otras mujeres trabajaban con sus manos las raíces de los sauces y álamos, confeccionando pequeños canastos para su uso cotidiano. Otras narraciones dicen que las féminas al bañarse en el río descubrieron estas raíces, las que pelaban para tejer miniaturas. Luego encontraron la mezcla con el crin. Y con el tiempo reemplazaron las raíces de los dos árboles por el tampico.

Tintes naturales

Por muchos años las trabajadoras artesanales ocuparon los tintes naturales para darle color a sus piezas. El crin blanco lo pasaban por agua de maqui (fruto pequeño y negro), por agua de quillay, agua de nogal. Luego con la “modernidad” fueron las anilinas las que simplificaron y acortaron el proceso. El color es una elección personal, ya que también se puede dejar el crin en su tono blanco, “rosillo”, “bayo” o negro.

Al principio el centro de comercialización de esta artesanía fue Panimávida, donde llegaban muchos turistas a pasar vacaciones y a visitar las Termas del mismo nombre, por sus aguas curativas. Hoy, las artesanías, se pueden adquirir en todo el país y vuelan a lejanos países de Europa y Norteamérica.

Imaginería religiosa hasta objetos realizados con desechos

La imaginería religiosa de San Antonio de Ibarra, Ecuador; los trabajos de madera con ancestrales acabados en barniz natural, de Costa Rica; los objetos de paja toquilla de Ecuador; el encaje filé de Maceió de Brasil; las hamacas de El Salvador, los bellos bordados de seda  guatemaltecos con su insuperable color, las joyas de plata tipo filigrana de Argentina, los móviles de cáscara de plátano de Kenia, y objetos decorativos  formados con desechos de Haití, acompañan a esta variada y colorida muestra.

Muestra Artesanía Tradicional UC

El valor de las entradas:

De Lunes a Viernes: $ 3000.- entrada general. $1000.- estudiantes y tercera edad.

Sábados, domingos y Festivos $3.500 entrada general. $ 1500 estudiantes y tercera edad.

Horario: Días de semana 11:00 a 21:00 horas.

Viernes, sábados y Festivos: el horario se extiende hasta las 22:00 horas.

De Lunes a Miércoles, entre las 11:00 y 14:00 horas la entrada será liberada.