José Manuel Santos y su visita Chile

No cabe la menor duda que las elogiosas palabras de Santos son las más amables, vivificantes positivas, y únicas escuchadas por Piñera en los últimos tiempos.

¿Imitar a Chile?

“Cuiden a Chile es el país más importante y privilegiado de Latinoamérica, nos gustaría hacer lo mismo en Colombia”.

Ambos presidentes tienen una gran sintonía de pensamiento. Piñera conoció a Santos cuando éste  era el  Ministro de Defensa de Álvaro Uribe, mientras que Piñera era candidato a presidente.

Parece que la visita de Santos no hubiera transcurrido en la capital chilena. ¿Porqué afirmamos esto? Porque Chile está muy lejos de ser un modelo a imitar. Hace falta muchísimas y profundas reformas para replicar el modelo.

En efecto, en un país que comenzó hace más de tres meses con el paro estudiantil, tanto de universitarios como de alumnos de todos los liceos, algunos en huelga de hambre. Marchas de protesta, cacerolazos, el descubrimiento de estafas de la Multitienda La Polar, que renegoció unilateralmente hasta 19 veces en algunos casos, las deudas de casi un millón de sus clientes, donde hay paros de la locomoción colectiva, además de gente que espontáneamente paraliza la movilización, parándose en medio de las principales arterias a las horas en que todo se dirigen al trabajo, donde hay parte de miembros del Congreso designados a dedo en una pieza cerrada, se niega el voto a los chilenos en el extranjero, estallan dos bombas en el memorial a Jaime Guzmán , ideólogo de la UDI- Unión Demócrata Independiente-  partido con mayoría en la Cámara de Diputados, gracias al sistema binominal.

Ello ha provocado  una radicalización de  las manifestaciones día a día. Esto, debido al cúmulo de demandas insatisfechas. Por eso pensamos que hay mucho , muchísimo aún por hacer para que podamos ser modelo para algún otro país.

“Nada es gratis en la Vida”

Esta frase pertenece a Sebastián Piñera. Para él es así. En Chile no hay nada gratis, por el contrario figura en el quinto país más caro de Latinoamérica. La educación superior es muy cara y persigue fines de lucro, cosa con la cual los estudiantes quieren terminar. La salud es cara, la comida es cara, todo es caro. Los colegios privados son caros y a ellos sólo accede la élite socio-económica más  acomodada.

Efectivamente no hay nada gratis, menos aún en un país donde se impuso la economía de libre mercado, incubada en la Universidad de Chicago por Milton Friedman, modelo de los economistas de gobierno.

Lucro crece como un cáncer

El lucro, uno de los temas centrales de las movilizaciones estudiantiles,  creció como un cáncer. Pero no es sólo esa la demanda de los estudiantes. A medida que pasa el tiempo se van sumando los trabajadores del cobre, los ambientalistas que no quieren centrales a carbón, los vecinos de Alhué que no se conforman con alojar  una cárcel en su tranquilo pueblo, los choferes de la locomoción colectiva que exigen que se cumpla sus horarios y descanso, es en general, una protesta contra todo el sistema y la clase política. Ya no se cree en las promesas de campaña, en la letra chica, en la educación de vastos sectores sin medios, por lo que deben de acceder a una enseñanza mediocre, que les quita posibilidades posteriores de acceder a una universidad de calidad.

Con toda esta situación muy resumida, este Gobierno que quiere imitar José Manuel Santos, produjo el destape. Lo que en los años 89 y 90 se hablaba en la sala de la casa ahora definitivamente salió a la calle. La desigualdad existente, la brecha entre ricos y pobres cada día más amplia, ya no se sostiene.

Qué legitimidad puede tener un presidente de la república que tiene sólo un escaso 26% de aprobación y un creciente rechazo? Ninguna por cierto.

La gente quiere una nueva Constitución Rechazan la de los años 80 realizada como traje a la medida para Pinochet. Quieren eliminar el sistema binominal de elecciones, inscripción automática de los mayores de 17 años, voto de los chilenos en el extranjero, sistema legítimo de reemplazo cuando fallece o es llamado al gabinete algún senador, cosa que ha ocurrido en varias oportunidades en los últimos tiempos. Quieren fin al lucro en todo. Demandan educación de calidad y gratuita. Muchísimos de los estudiantes hacen su carrera universitaria con préstamos bancarios con aval del estado, que cobran tazas abusivas, así egresan con una pesada mochila que deben pagar por muchos años, sin tener la certeza de tener un trabajo digno, bien remunerado que se los permita.

De acuerdo a Eugenio Tirone, sociólogo, autor de varios libros, gran estudioso de la realidad del país, “la gente no quiere a Piñera, porque siente que él tampoco los quiere a ellos”. Todos los problemas que hay en el país no son nuevos. Vienen desde el tiempo de la Independencia, sólo que antes se pudieron contener. Había políticos, operadores políticos, no estaban tan desarrolladas las redes sociales. Eran otros tiempos.

Ahora sólo hay tecnócratas, gente educada en prestigiosas universidades estadounidenses, pero no conocen a la gente de la calle, a la señora que para llegar a su trabajo demora tres horas entre un bus y otro, además de la larga espera.

Se echan de menos los verdaderos políticos: aquellos que fueron elegidos democráticamente para escuchar y solucionar los problemas del pueblo que votó por ellos. Ahora eso no importa. Se gobierna un país como una empresa para producir el máximo lucro y el primer actor, Sebastián Piñera es una persona que no escucha a nadie, no le interesa nadie.