Entre los autores seleccionados figuran entre otros Elisabeth Bishop, James Merril, A.R. Ammos, May Svenson, John Hollader, Amy Clampitt, John Ashbery, W.S. Merwin, Mark Strand, Charles Wright, William Wadsworth, Anne Carson, Henri Cole o Li-Young-Li.
¨ Los poetas de una tradición, en principio carecen de ella”, recuerda Jeannette L. Clariond en sus palabras introductorias al libro y continúa: La escuela de Wallace Stewens se nutre de Longino en el sentido sublime y de Ralph Waldo Emerson en su mirada a la naturaleza. Sus seguidores son lectores fuertes, ávidos, reflexivos, solitarios, han leído a los griegos, por ende pueden seguir los postulados del Romanticismo, así como los del simbolismo, el naturalismo, el surrealismo y, por lo general, se han nutrido de otras lenguas”.
Herederos de un gran maestro
Clariond señala que el libro no es una antología sino, como indica el título, la escuela de los seguidores de Wallace Stevens, “creador que camina con la vela en llamas y cuyo pensamiento se asiente en aquello que Coleridge bien pudo colegir: el poeta de talento crea grandes obras siguiendo lo pasos de sus maestros; el de genio, inventa la realidad en el poema. Inspirado en Emerson, Stevens pone su mirada en Lucrecia, Horacio y Plotino, va a la luz y viene de la luz.”
En sus agradecimientos, Clariond agradece el acercamiento al Museo Judío de Girona y en sus palabras menciona el entremezclamiento de la cábala de Girona y la cábala dd los gnósticos de Castilla...”