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BOLIVIA: SANTA CRUZ DE LA SIERRA

Santa Cruz de la Sierra, puerta de entrada a Misiones Jesuíticas de Bolivia

Por Tomás R. Arteaga – Periodista especializado en Turismo

miércoles 22 de octubre de 2014, 11:21h

Las misiones jesuíticas de Bolivia, son ya un referente mundial como Patrimonio de la Humanidad. Por su situación, la capital de Santa Cruz de la Sierra facilita el tránsito hacia hacia lugares con paisajes dignos de apreciar. En plena selva se puede ver el colorido étnico de la civilización con la indumentaria de sus habitantes, dispuestos para facilitar una agradable hospitalidad con el fondo de las iglesias como legado abierto al turismo.

Céntrica calle de Santa Cruz
Céntrica calle de Santa Cruz
Entrada misión jesuítica de Chiquitos
Entrada misión jesuítica de Chiquitos

Dentro del país boliviano, Santa Cruz es el mayor Departamento y en los siglos XVII y XVIII sus tierras estaban bajo las circunscripciones de Moxos y Chiquitos, que eran territorios vírgenes y de selva gobernados por los jesuitas para la evangelización.

Se fundaron entonces pueblos con la cristianización y se introduce la cultura europea y así se llega hasta los tiempos actuales. Ahora Chiquitos como indica el slogan es: “otro mundo”con grandes atractivos para descubrir. El terreno es fértil, rodeado de bosque verde y su clima es tropical, lo que hace agradable la visita en cualquier época del año para poder llegar hasta los lugares referentes de la cultura.

La capital se funda el 26 de febrero de 1561 por el extremeño Nuflo de Chávez, primer europeo que cruza el continente americano desde el este y convence al cabildo, al gobernador y al obispo para poblar la región de los Jarayes. Su emplazamiento no era el mismo que ahora, pero la situación se mantenía en plena selva. Con el auge del petróleo, el gas y la mejora de las comunicaciones, se convierte en un referente comercial de importancia.

Aunque no tiene historia colonial, es un lugar de paso que hay que conocer para tratar con sus habitantes y acercarnos a los alrededores naturales. Su amplia plaza del 24 de septiembre nos muestra la catedral construida de ladrillo en la etapa neoclásica. Tiene en el altar elementos de ornamento de plata de la misión de Moxos y en el interior se encuentra el museo con objetos religiosos de gran valor. Cerca, la Casa de la Cultura de Ortero Reiche siempre tiene exposiciones de interés y actuaciones musicales.

Por otra parte, no muy lejos se encuentra el Parque Ecológico Yvaga Guazu, donde en una amplia extensión de terreno se encuentran en su hábitat las especies de animales, pájaros y vegetación de la zona. Toma como base que la naturaleza es un legado de dios que debe ser conservado concienciando y enseñando a amarla. Por los senderos se muestra el entorno natural con vuelos de bellas mariposas. También el Parque zoológico o El Arenal tiene una importante colección de especies de todos lo tamaños y el río Piraí da acceso a la selva con zonas de baño..

Chiquitos
Sin lugar a dudas, la estrella de la zona es el Patrimonio de la Chiquitanía localizado en las misiones jesuíticas localizadas en pequeñas poblaciones que han abierto sus puertas al mundo del turismo para dar a conocer su arquitectura única en todo el territorio, después de su restauración completa, en consideración a los incendios que hubo debido a su construcción de madera y el paso del tiempo. Los habitantes reciben con agrado vestidos con trajes típicos y al ritmo de sus danzas populares.

Aunque la distancia desde la capital es larga, en consideración al paisaje el viaje se hace ameno y merece la pena disfrutar con la llegada a la selva, que sorprende al mundo por los movimientos, cambios y sensaciones que han causado un gran efecto a la humanidad.

Jesuitas y franciscanos fueron los misioneros que mandó la corona española para entrar en la cultura y evangelización. Durante el siglo XVIII, la iglesia católica presiona par al expulsión y toma posesión de todos los bienes con enfrentamientos a los indios cristianos, que intentan resistir a la destrucción y de aquella época, las únicas misiones que se salvaron fueron las de los Jesuitas de Chiquitos.

Lograron entonces la reunión de 100 tribus diferentes llamadas “reducciones con su propio sistema de administración y de trabajo. Llegan desde Asunción del Paraguay hasta el Departamento de Santa Cruz y se centran en el trabajo de la madera por parte de los hombres, los niños estudian y las mujeres atienden la casa y hacen tejidos. Con su propia organización, la cosecha de los frutos de la siembra entraba en la alimentación de las familias, con una reserva común para viudas, huérfanos, inválidos y ancianos.

Una parte fundamental de la enseñanza de los misioneros fue la técnica de labrado de madera, que era muy abundante en la zona con forma de sus visiones nativas para crear una expresión cultural que van a representar a partir de 1691 en las iglesias misionales de San Rafael de Velasco, San José de Chiquitos, San Juan, Concepción, San Miguel de Velasco, Buenavista, San Ignacio de Velasco; Santiago de Chiquitos, Santa Ana de Velasco, Santo Corazón y Santa Rosa del Sara. Todas ellas salvo San Ignacio de Velasco y Santiago de Chiquitos, han sido declaradas Patrimonio Cultural de la Humanidad por la UNESCO el 12 de diciembre de 1990. Con este proceso y su marco se crea el Festival Internacional de Música Renacentista y Barroca Americana, que cada edición bianual tiene más atractivo.

Misiones
La puerta de entrada al circuito de misiones de Chiquitos, puede ser San Ramón para luego llegar a San Javier, conjunto misional de estilo barroco construido entre1749 y 1752 por el padre Martín Schmidt y restaurada entra 1987 y 1993. Es la primera misión de los jesuitas en la región, fundada el 31 de diciembre de 1691 por el padre José de Arce, ayudado por Antonio Rivas. Su asiento definitivo es de 1708 y se hace conocida por su taller de música. Cantan a San Pedro en referencia según la leyenda por la petición hecha por el Santo para su cumpleaños.

Tallados ornamentales de columnas y dibujos en madera con tono amarillo recorren la edificación con un altar principal, dos laterales, dos arcos con el presbiterio y coros misionales en la parte superior de atrás en la nave principal.

A su lado el museo misional alberga instrumentos musicales que fueron utilizados en la Misión e indígenas anteriores, además de muebles, campanas, santos y objetos litúrgicos que se usaron durante la evangelización.

Allí se puede entrar en una visión chiquitana con la danza de los yarituses, que tienen su origen en una tradición anterior a la llegada de los españoles y jesuitas. Se manifiesta como un rito que celebraban vestidos con plumajes de avestruz en las fiestas para la adoración al dios Piyo de la constelación astral.

Hay más de 40 comunidades con asentamiento cercano al pueblo, que viven de un sistema parecido al misional, con lengua y costumbres heredadas de los jesuitas, que ahora desarrollan un nuevo programa de preparación para el desarrollo del turismo, con establecimientos rurales para disfrutar del mismo modo de la vida cotidiana con acercamiento a las costumbres y a la naturaleza.

Concepción puede ser la segunda parada dentro del recorrido misional. Es un pueblo bonito y acogedor, capital de la provincia de Nuflo de Chávez con una iglesia construida por Martín Schmidt, entre 1756 y 1756. Es considerada joya misional de estilo barroco en la que destacan la fachada y el campanario de madera, restaurada en1975 y de nuevo inaugurada en 1982. En su interior destaca el gran retablo dedicado a la Inmaculada Concepción, en madera tallada, policromada y dorada, además de los confesionarios con motivos esculpidos.

Jardines y arquitectura de madera en paredes de adobe decoradas con motivos geométricos se aprecian en el patio del colegio, donde se encuentran las oficinas del Obispado y los ambientes que acogen el Archivo Musical que tiene las partituras hechas durante las misiones. En un lateral de la plaza de la iglesia está el museo misional con detalles en fotografías desde antes de la restauración y fragmentos de pintura y ornamentales de la época.

Su fundación es de 1709 por el padre jesuita Lucas Caballero acompañado de indios de origen chiquitanos y la topografía del municipio abarca serranías y llanuras, bosques ricos en especies forestales con flora y fauna diversa y especies propias de la región.

Seguimos la ruta hasta San Ignacio de Velasco, fundado en 1748 por Miguel Areijer y Diego Contreras. Aunque fue destruida por un incendio en 1808, la iglesia es de estilo barroco chiquitano y mantiene en su estructura original los altares, púlpito y confesionarios. Hace un conjunto con la plaza rodeada de árboles centenarios de cedro, mara, toco y toborochi.

Cerca se encuentra la Cueva del Yeso, lugar de muchas leyendas y de donde se extraía el caolín para la producción de cerámica. El paisaje natural de la zona destaca por los valles, las colinas, serranías, ríos navegables, cataratas y lagunas. También se organizan circuitos de etnoturismo y se pueden visitar las comunidades autóctonas de San Javierito y San Juancito, parte del circuito comunal que e tiene también las de Bella Esperanza, Cotoquita y Santa Marta.

Es el centro poblado más desarrollado de la ruta y sirve de puerta de entrada al Parque Noel Kempff Mercado, con atractivos de la Bahía de las Orquídeas, el mirador de los Monos, los farallones de las mesetas de Caparú y las cataratas de Arco Iris.

Si llegamos hasta San Miguel de Velasco, nos sorprende la fachada de la iglesia, pintada con las imágenes de San Pedro y San Pablo, rodeadas de decoración vegetal. La misión se fundó en 1721 por el padre Felipe Suárez y destaca por la carpintería. En ella el púlpito está rodeado de bancos y en el altar hay hojas doradas y artísticos tallados y grabados que destacan la figura de San Miguel Arcángel. La población mantiene leyendas y tradiciones populares.

Por su parte San Rafael fue la segunda misión fundada en 1696 en la ribera del río Gaubys por los padres Juan Baptista Zeas y Francisco Herbas como centro de evangelización de otras regiones.

Se quema en 1719 y el templo actual es de 1750, construido por Martín Schmidt. Tiene columnas talladas, púlpito y altar revestidos con mica y en la sacristía pinturas de la época colonial. Mantenía su atractivo por las paredes cubiertas con hojas brillantes de mica que reflejaban la luz.

Santa Ana fue fundada por Julián Konogler en 1755. Es una iglesia que se ha conservado muy bien con los elementos de tradición locales y en ella se encuentra el órgano musical, escondido durante muchos años en la selva y en uno de los laterales el reloj del Sol. Para apreciar la cultura chiquitana, en el museo hay una gran variedad de materiales que se utilizaban en la vida diaria.

Como una joya especial por su diferente construcción en fachada de piedra labrada, tenemos a San José, de 1697, aunque en 1781 tuvo que ser reconstruida parcialmente por causas de incendio. Se construye con piedras y maderas finas típicas de la zona. En su frontal se ve un conjunto compuesto de fachadas referidas a la capilla mortuoria, la iglesia, el campanario y las bóvedas. Forma parte del tercer pueblo fundado por el jesuita Felipe Suárez y Dionisio de Ávila con indios jamarós y piñocas. El área tiene la zona más elevada de la serranía, con una cadena de montañas de baja altura, llanuras y pendientes y vegetación tipo sabana.

Entre los atractivos se encuentran el Parque Histórico Santa Cruz La Vieja, el Valle de la Luna, el cerro Turubó, el Riquió, las Pinturas Rupestres, Balneario Sutó, Laguna Concepción, Comunidades con ruinas misionales, talleres artesanales y comunidades indígenas.

Guía
Clima
Cálido de los 500 a 2000 metros de altura, con una temperatura media anual de 30º. La mejor época para la visita es de abril a noviembre, por la temporada seca, en consideración a la incomodidad de las lluvias, que determinan en muchas ocasiones el tráfico terrestre.

Gastronomía
Entre los platos de gastronomía predominan los de carne, el majadito, el pastel dulce, pipian de maní con pollo y locro, cuñapé, horneado de maíz, rosquete de maíz dulce, pan de arroz, masaco de yuca y plátano y tortas de maíz y carne, patasca, picadito de yuca y horneados basados en queso. Para acompañar bebidas de frutas del tiempo, somo, sucumbé, cuariflé o leche de tigre.

Alojamiento y Comunicaciones
Hay hoteles de todas las categorías y precios, tanto en la capital como en los pueblos de la ruta. Desde España y otros puntos europeos hay varias conexiones de vuelos que enlazan con la capital.

Dato de Interés: www.santacruz.gov
www.chiquitos.com

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