Organizado en cuatro turnos de intervenciones de tres minutos cada uno, los candidatos peruanos trataron los temas de educación, seguridad, inclusión social y propuesta libre.
La brevedad del tiempo de exposición, en total fueron 12 minutos para cada candidato; la presencia de candidatos con mínima intención de voto a su favor, según las encuestas, y lo encorsetado del sistema acordado, en el que no se aceptaban ataques ni réplicas entre candidatos, contribuyó a que en el acto no se viera un verdadero debate entre aspirantes.
La ocasión sirvió para que los votantes peruanos conozcan a las propuestas de los aspirantes menos conocidos, aquellos que no alcanzan ni el 1% en las encuestas y que el candidato por Despertar Nacional, Ricardo Noriega, bautizó durante el debate como "candidatos pitufos".
Sin embargo, el interés estaba fijado en los candidatos que lideran las encuestas: el expresidente Alejandro Toledo, que mantiene alrededor de un 28 % de los votos; Keiko Fujimori, que suma 21 %; el exalcalde de Lima Luis Castañeda, con un 17%; el líder nacionalista Ollanta Humala, que alcanza el 14 %, y el exprimer ministro Pedro Pablo Kuczynski, que tiene un 6 %.
En el turno sobre educación, la totalidad de candidatos coincidieron en señalar la necesidad de mejorar un sistema educativo que ha situado a Perú, según estudios internacionales, como un país con una de las peores tasas de la región latinoamericana.
Así, mientras Humala y Castañeda coincidieron en prometer aumentar el actual 3 % del producto interno bruto (PIB) dedicado a la educación al 6 %, Toledo volvió a recordar su propuesta ya lanzada de duplicar el sueldo de los maestros.
Fujimori, por su parte, aseguró que trabajará para convertir la educación en Perú en "la mejor de latinoamérica". Toledo aseguró que la "mejor manera de democratizar el país es a través de la educación" y prometió crear 100 institutos tecnológicos superiores a lo largo de todo el territorio nacional.
Castañeda, además, calificó la educación como el "instrumento necesario para alcanzar el sueño de un país justo con igualdad de oportunidades", y Humala propuso la creación de un ministerio de Ciencia y Tecnología.
Por último, Kuczynski prometió "un cambio profundo y radical en la educación" y la suma del inglés, el chino o el portugués al currículo escolar.
Con respecto a la seguridad interna, las propuestas se centraron en mejorar las condiciones de los policías y aumentar su número, así como el tema del narcotráfico, ligado al terrorismo.
Keiko apeló a la lucha contra el terrorismo durante el Gobierno de su padre, el expresidente Alberto Fujimori, para asegurar que en su partido "saben combatir la inseguridad", al tiempo que Humala planteó un servicio policial voluntario y aseguró que si se controla el narcotráfico, "el terrorismo se extingue".
Además, Toledo agregó al debate la necesidad de resolver los conflictos sociales a través del diálogo y de manera democrática y Castañeda la necesidad de luchar contra el lavado de activos.
En el turno de inclusión social, los candidatos coincidieron en la necesidad de incluir en el crecimiento de la economía peruana a todos los peruanos.
Castañeda recordó los trabajos de infraestructura realizados en Lima y que, prometió, duplicará en todo el país.
Toledo, por su parte, aseguró que logrará reducir la pobreza al 10 % (actualmente ronda el 30 %) y señaló la necesidad de implantar el derecho a la consulta de los pueblos indígenas de la sierra y la amazonía peruana.
En el turno libre, y final, cada candidato trató de definir y afianzar sus virtudes, así como arrojar luz sobre las debilidades de sus competidores.
Así, Toledo y Humala plantearon una lucha frontal contra la corrupción, Castañeda insistió sobre su capacidad para cumplir sus promesas y Kuczynski aseguró estar convencido de estar capacitado para "cambiar este país".
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