Entrevista A María Juristo

Amablemente, contesta a mis preguntas:

l.-¿Cuándo empezó en ti la vocación poética?

No empezó desde un punto por así decirlo, nítido. Creo que desde muy pequeña, y sin darme cuenta, al escuchar las canciones de la radio, -aquellas letras memorables de los boleros de la época, por ejemplo- los poemas recitados por gente valiosa en el mismo colegio... etc. me fue descubriendo ese mundo de la palabra como implosión que nos abre al "todo es posible" de la comunicación. Estoy hablando del oído, mi oído, de una niña a partir de los de cinco años, tal vez. Más tarde, y poco a poco, los poemas de autores clásicos que había que leer y aprender en clase de Literatura, las letras de los temas renacentistas que tenía que cantar en el coro, primero en el del Colegio y luego en coros profesionales, los poemas-canción de algunos folklores, como el argentino, etc. Fue un proceso natural y progresivo de tal manera que cuando empecé a escribir de una forma ya organizada, la palabra poética ya había habitado, anidado en mí hacía mucho tiempo, y empezó a fluir de una manera casi natural.

2.-¿La estimuló algún motivo especial o fue surgiendo paulatinamente como una sugestiva afición?

Creo que esta pregunta ya está contestada en el párrafo anterior. Solamente precisar que no se ha tratado nunca de una afición en el sentido de actividad "después de" realizar la verdaderamente importante, nunca se ha tratado en mí de un hobby, sino de satisfacer una necesidad vital.

3.-¿Cuando escribes poesía la sientes verdaderamente?

Siento un impulso a verter fuera aquello, -hasta en ese momento desconocido para mí-que por medio de la expresión poética nace por primera vez a mi pensamiento consciente. Y es cuando la leo posteriormente, cuando el sentimiento que me produce es el que me ocasionaría una poesía ajena a mí, la poesía de otro autor, quiero decir. Se trata de un sentimiento el que se me aparece como muy novedoso y gratificante pues adquiere un gran sentido de objetividad y subjetividad a la vez, ya que siendo mía la poesía, nacida de mí, se ha vuelto universal y más plena en ese sentido dentro de mis modestas posibilidades, naturalmente.

4.- ¿Encuentras alguna dificultad al componer tus poemas? ¿Necesitas concentrarte mucho o la inspiración te brota caudalosamente?

Normalmente no tengo gran dificultad en escribir poemas, sin embargo algunos hay que pulirlos más que otros ya que a veces, tras brotar por así decirlo, de golpe, es necesario revisarlos y reelaborarlos una vez que la idea ya está plasmada porque hay que ser muy exigente, por lo menos yo trato de serlo, con la calidad que requiere una obra de arte como lo es un poema y para ello hay que atender con mucha minuciosidad los aspectos del ritmo, por ejemplo, la aparición de inadecuadas asonancias etc, etc.

5.- ¿Tus estados de ánimo influyen en tus trabajos poéticos?

Sí. Soy más proclive a escribir cuando extraigo de mí sentimientos de pérdida, por ejemplo. La pérdida, me parece, es un sentimiento-idea muy generalmente presente en toda la poética mundial. Si observamos con detenimiento, aun en los poemas aparentemente más festivos, el sentimiento de pérdida está presente, de una manera u otra en cualquier poema. Sin embargo no se trataría, en mi caso, de la vivencia de una pérdida muy puntual experimentada poco antes de escribir el poema correspondiente, sino de un sentimiento más bien general o difuso de pérdida.

6.- ¿Cuándo tienes más facilidad para escribir poesía: durante el día o las horas de la noche?

Me es indiferente mientras pueda encontrar el ambiente de soledad que necesito. Para encontrar el poema que ya habita en mí de algún modo necesito soledad externa e interna y esta soledad es posible que me sea dada tanto durante el día como durante la noche aunque generalmente escribo en soledad por la tarde.

7.- ¿Tu poesía se identifica con tus sentimientos, anhelos o ideas?

Evidentemente. Es el yo el que aparece, en una nueva modalidad por así decirlo, expresando lo que siente, piensa y anhela. El poema muestra el conflicto que hay implícito en todo ello tomando como cauce la belleza en la expresión poética, lo cual es todo un reto si se quiere ver bien. Y, si aparentemente, el poeta se inspira en alguna otra obra, ya sea de poesía, narrativa, cinematográfica, pictórica etc. lo que mostrará siempre, más o menos enmascarado es su propio conflicto emanando de una forma bellísima -o eso se pretende- en un poema. Se trata de una pirueta, si se me permite la metáfora, una hermosa pirueta.

9.- ¿Influye la poesía en tu manera de pensar y ser?

Creo que en mi caso se da un movimiento de ida y vuelta. Mi manera de pensar y ser es lo que determina mi poesía y a su vez, la poesía determina mi manera de pensar y ser. En último término se trataría de un experimentar, recrear y potenciar la libertad interior en ese movimiento de retroalimentación.

10.-¿Qué relación tiene tu poesía con tus trabajos en prosa?

Ninguna. Prosa y Poema se mueven en registros completamente distintos. En la narrativa la historia que se cuenta se da claramente en un tiempo que se despliega a lo largo de toda la narración, en un presente, pasado y futuro, mientras que el poema es un tiempo sin tiempo en el Tiempo. No obstante los dos géneros tienen en común Ja tensión anímica. Sin ésta, tanto el poema como el relato o novela, se diluyen y pierden irremediablemente. Y cuando la prosa es poética creo que se trata en realidad de una poesía adaptada a la prosa, no a la inversa. Pero esta es una cuestión además de interesante de analizar, algo difícil de determinar con claridad.

1l.-¿Qué aconsejaría a todas las personas que quieran ser poetas?

Las personas que quieren ser poetas lo son ya en realidad aunque no lo sepan o no saben al principio manejar con un mínimo de competencia los instrumentos necesarios para trabajar en poesía.

Recomendaría leer poesía, autores realmente buenos o que se consideran tales por la crítica literaria, los medios, etc. Y por supuesto que escriban y escriban ayudándose de talleres literarios si se es todavía muy principiante en estos temas, tratar de vivir el ambiente adecuado para empaparse de esa modalidad literaria y de este modo, por medio de esta osmosis, internalizar lo que algún día a buen seguro, se exteriorizará como obra propia.