Muchas familias completamente ajenas a lo que significaba una larga y obligada convivencia juntas, comprobaron de primera mano, la imposibilidad de conciliar una vida en común y como consecuencia, surgieron problemas insalvables que en muchos casos solo pudieron resolverse con la disolución de parejas o la disgregación de grupos familiares.
Lo anteriormente descrito tiene relación con las llamadas “familias normales”. Ahora, veamos entonces que pudo suceder con familias desestructuradas o formadas al amparo de situaciones previas no resueltas o relativas a personas en riesgo de exclusión social ya sea por su situación económica o por pertenecer por ejemplo, a colectivos que han sido víctimas de violencia intrafamiliar o en situación de desempleo o también, pertenecientes a grupos de personas inmigrantes en situación irregular o en espera de concluir su tramitación de status normal de estancia en el país.
El grupo de mujeres del Centro de Día y Kanguroteca, Luis Amigó, que realiza trabajos y actividades cuyo objetivo principal es dar apoyo y orientación a personas que por su condición de mujeres, inmigrantes y –en muchos casos- presas de un entorno familiar insoportable, se ven en una situación muy difícil para lograr una integración y una vida normal- Por ello, al inicio de la pandemia, vio con gran preocupación que el obligado confinamiento podría -en muchos casos- significar un retroceso en los avances conseguidos con las personas que de manera regular, acuden al centro en busca de ayuda y asesoría para sus problemas de la vida familiar.
Por ello, apenas recuperada medianamente la normalidad de actividades, sus responsables se pusieron a la tarea de recuperar las semanas perdidas y como resultado de aquel trabajo, el pasado día 15 de Julio, en el Centro Cultural Principe de Asturias, de Ciudad Lineal, se llevó a cabo el primer acto cultural Post Pandemia, bajo la siempre efectiva dirección de su máxima responsable, Mar Baena y eficazmente secundada por la trabajadora social, Judith Barrantes y la educadora Gloria Bernal que, como en todas las anteriores ocasiones, se ocuparon de organizar este encuentro cultural cuyo eje principal giraba en torno a poner de manifiesto, la forma y manera en cómo quienes asisten a la Kanguroteca de manera regular, enfrentaron el confinamiento y los resultados y conclusiones que sacaron de este obligado receso de toda actividad.
El acto cultural se inició con las palabras de bienvenida por parte de los organizadores explicando los motivos que habían considerado para llevarlo adelante presentando como inicio, la actuación de grupos artísticos formados por las propias integrantes del Centro de Mujeres.
Seguidamente, cada una de las participantes, leyó los trabajos literarios preparados para la ocasión cuyo motivo central era -como se ha dicho- las experiencias y conclusiones extraídas del periodo de encierro.
Sorprendentemente, todas las experiencias dejaron un saldo positivo aunque en algunos casos para llegar a ese resultado, más de una de sus protagonistas hubieron de pasar primero por experiencias poco gratas cuando no tristes o desalentadoras pero en el común de los relatos, poesías y reflexiones leídas, el obligado confinamiento obligó a sus protagonistas a examinar con más detalle y profundidad sus respectivas situaciones y, en muchos casos, a encontrarse a si mismas y a autovalorarse de una manera que hasta ese entonces, no habían hecho y, como apuntara una de las participantes, “a veces, es necesario tocar fondo para poder volver a salir”, palabras simples pero que encierran una verdad vital y de mucha proyección.
Gabriel Ávila, poeta y escritor chileno que lleva varios años colaborando en impartir talleres literarios a las mujeres que acuden al centro, se mostraba muy satisfecho de los resultados conseguidos porque según expresó, “la importancia que tiene el examinar nuestro verdadero Yó, y hacerlo, y además escribirlo, nos ayuda a que lo mejor de nosotros mismos, pueda salir”. En parecidos términos se expresaron también Judith Barrantes y Gloria Bernal quienes felicitaron muy efusivamente a las diferentes participantes que tuvieron el coraje de enfrentar esta consecuencia de la pandemia y además, sacar algo positivo de ello.
Diversos grupos musicales amenizaron una jornada cultural que contó con la asistencia de numeroso público que se desplazó al Centro Cultural Príncipe de Asturias a pesar de la altísima temperatura reinante puesto que la ola de sofocante calor que ha asolado España en las últimas semanas, estaba en sus inicios.
Felicitamos tanto a los responsables del Centro de Día y Kanguroteca, Luis Amigó, por la enorme labor social que llevan a cabo, como a las participantes de estas jornadas porque ciertamente, están contribuyendo con su accionar a que este complicado mundo en que nos toca vivir, sea un poco mejor…
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