Isabel Borrego

A todos ellos y por su orden sacude Cayetana, que no perdona ni al Papa de Roma: “cuando llegó Bergoglio me hice atea”. La artillería pesada la usa contra varios de uno y otro bando, pero con especial dedicación a Teodoro Garcia Egea con una memorable frase “¿porque tengo yo que dedicar tanto tiempo y esfuerzo a ese Señor?”.

Casado, ”un veleta y bienqueda” nombró a Cayetana portavoz del grupo parlamentario popular, pero Garcia Egea se ocupó de que no pudiera llevar a cabo su tarea con la mínima independencia, a través de una vieja conocida del sector turístico. Así lo expresa la autora en una larga cita que merece la pena:

“La persona a la que Teodoro había encargado la labor de vigilancia, zapa y desestabilización era Isabel Borrego en calidad de vicesecretaria general del grupo. Borrego estaba casada con Vicente Martinez Pujalte …. Un histórico del PP. Y ambos eran miembros del Opus Dei, conexión murciana. De Isabel, a la que yo no conocía, me habían alabado su capacidad técnica, y desde luego la tenía, arruinada por una hipocresía descomunal. Toda la zalamería que exhibía de frente, la voz aflautada por el falsetto de la falsedad se tornaba en maledicencias y maquinaciones en cuanto me daba la vuelta. Puenteaba al secretario del grupo sistemáticamente. Había aspirado al cargo, quizá incluso se lo habían prometido. Y aunque finalmente no se lo dieron, tenia el aval de Teodoro para ejercerlo por la vía de los hechos.

Durante el tiempo que fuí portavoz, Borrego actuó como un submarino, autentico espía de la Stasi. Así se lo dije un día por teléfono, prácticamente a gritos…. La habían sorprendido con la oreja pegada a la puerta de mi despacho y chivándose al instante a Teodoro … ¡¡¡ Ho, ah: están haciendo los nombramientos de portavoces ¡¡¡”

“A la ambición malentendida del secretario general del PP se sumaba la de su mano derecha Isabel Borrego. Mi nombramiento como portavoz había supuesto para ella un triple disgusto …Para compensar la decepción …, Teodoro le prometió poder fáctico y le concedió licencia para someternos a toda la dirección. a una vigilancia soviética. Como secretaria general adjunta tenia facultades de control sobre las iniciativas, el personal y la gestión cotidiana del grupo, que ejercía con la vista puesta estrictamente en el interés de su jefe. Y no era Casado. Su afición a la delación, al parecer, mi agnosticismo -tendría que haberle recordado el segundo matrimonio- nos fue distanciando. De su despacho salieron las filtraciones sobre un presunto núcleo de poder subversivo en el Grupo”.

Teodoro ha sido en todo momento complaciente con Isabel Borrego por motivos bien conocidos en Murcia. Es un “muchacho “de Martinez Pujalte, uno de los hombres más influyentes del partido en la región, que se ha permitido el lujo de no ir a las listas para el Congreso en las dos últimas elecciones, después de más de veinte años, para cederle al puesto a su mujer.

Cayetana no hace mención al anterior cargo de Isabel Borrego como Secretaria de Estado de Turismo, cargo por el que pasó como un fantasma, con la única misión de hacer el mal a quien no comulgara-nunca mejor dicho- con sus objetivos. Quizá tuviera capacidad técnica para la intriga, necesaria en su puesto de secretaria adjunta del grupo, pero carecía de ella para moverse en el campo del turismo. La ignorancia de cualquier idioma extranjero y el desconocimiento de ese sector- de hecho, llegó al puesto tras la renuncia de una política mallorquina más capacitada- nos indican el poco valor que conceden al turismo muchos políticos. En el libro la autora comenta que una diputada por Baleares le pidió formar parte de la comisión de turismo, pero consideró que estaba demasiado cualificada para un trabajo menor.

La falsedad de Borrego es innata, y nunca mejor dicho, puesto que oculta su lugar de nacimiento, en función de sus intereses. Tanto en Wikipedia como en la prensa mallorquina figura como nacida en Palma de Mallorca, donde hizo carrera ,especialmente después de su primer matrimonio, mientras que la documentación oficial del Congreso de los diputados no indica su lugar de nacimiento sino solo la fecha de este.

La realidad es que nació en Lugo. Ya se sabe, los gallegos nacemos donde podemos y somos capaces de confundir al resto de los españoles, menos capacitados para la intriga, incluso con las cosas más evidentes como subir o bajar unas escaleras. Yo, por ejemplo, nací en Valencia, aunque me hubiera gustado nacer en Coruña, pero no pude por culpa de mi madre. Pero lo digo claramente viva donde viva para que no me acusen de falsedad como a nuestra amiga.