Nuevamente, se incorpora como socio a un reciente proyecto de cooperación internacional impulsado por 16 empresas y grupos científicos de España, Países Bajos, Bélgica, Finlandia, Alemania, Lituania, Serbia y Letonia, que podría considerarse una UTE singular, con fines de eficiencia y ecológicos. FlexiGrobots integra a un consorcio multidisciplinar que utilizara la robótica, la inteligencia artificial y el big data para aumentar la eficiencia en la producción del agro, generando un impacto positivo en la conservación del entorno, reduciendo la huella medioambiental y optimizando la gestión del viñedo.
Liderado por ATOS, el proyecto que tendrá una duración de tres años, está financiado con 7 millones de euros por el programa marco europeo Horizonte 2020. Se han definido diferentes campos de pruebas para los ensayos de robótica con tres escenarios reales: uno en viñedos, y los otros dos en diferentes tipos de cultivos; siendo elegido el viñedo de Terras Gauda como campo piloto experimental en España. En sus viñas se comprobará la funcionalidad y eficiencia de la plataforma abierta con aplicaciones y sistemas de multi-robot heterogéneos: robots coordinados que trabajan tanto de forma aérea como a pie de campo.
Su objetivo será lograr una herramienta que permita realizar operaciones con la máxima precisión, de forma muy localizada, para poder actuar en tiempo real basado en la información facilitada. La interrelación e interpretación de estos datos obtenidos mediante inteligencia artificial es extremadamente valiosa ya que generará conocimientos muy exactos, lo que supone un gran avance en la optimización de los recursos al tiempo que una mejora sustancial de la eficiencia y sostenibilidad medioambiental. Con estas innovaciones, la bodega viguesa, en su viñedo, pretende conseguir un incremento de la calidad de la uva para la producción de vino. Emilio Rodríguez Canas, director enológico de Terras Gauda, considera que el al proyecto de viticultura de precisión Foodie, puesto en marcha en 2014, es un gran avance para la bodega: “Si en su momento ya nos situamos a la vanguardia del sector vitivinícola nacional, ahora, hemos dado un paso de gigante debido a la capacidad y versatilidad de los robots para realizar diferentes tareas de precisión en el viñedo.
Se podrá prevenir la detección de enfermedades, su localización, y el adecuado tratamiento con la mayor precisión, al tiempo, que colaborará con los vendimiadores en las labores de recogida de la uva”. Desde su fundación, la innovación científica y tecnológica fue la apuesta del futuro de Terras Gauda. Para este fin, se comprometió a preservar su patrimonio vitivinícola, poniendo en valor las variedades autóctonas gallegas, elaborando vinos de calidad que tuvieran una marcada singularidad como una constatación de excelencia y diferenciación. Durante todos estos años, la bodega fundadora y referente del Grupo Terras Gauda, cuenta en el Valle de O Rosal con 160 hectáreas de viñedo que le aseguran una producción de más de millón y medio de botellas. Durante todos estos años lleva invirtiendo considerables recursos en I+D+i, consiguiendo patentar sus logros para la ciencia de la enología y obteniendo importantes avances para la vitivinicultura gallega - y nacional -, fundamentalmente en la elaboración de vinos blancos ecológicos.
Patentes de Terras Gauda
(T.G. ha desarrollado proyectos de colaboración con el Consejo Superior de Investigaciones Científicas y diferentes organismos internacionales, siendo la única bodega española que tiene registradas tres patentes propias. Dos de ellas referentes a la uva albariño y otra tercera a la variedad caiño blanco (excelente uva gallega muy minoritaria y de escaso rendimiento). La primera de las patentes registradas tuvo como objeto la levadura ecotípica de albariño.
Cuatro años de estudios reforzaron el carácter varietal y los aromas frutales de sus vinos, para conseguir idéntica calidad de las elaboraciones en todas sus añadas. La segunda patente, es consecuencia de la primera registrada años antes, y tiene como fin la elaboración de vinos blancos de albariño con un carácter sensorial distintivo, gracias principalmente a las manoproteínas, puesto que la crianza en contacto con las levaduras ecotípicas propias, contribuye a reforzar su inconfundible singularidad varietal. Posteriormente, T.G. obtuvo la licencia de su tercera patente, aislando un microorganismo propio de caíño blanco, variedad autóctona - rescatada de la extinción -, de excelentes cualidades para la vinificación. Su identificación genética mediante test de ADN garantiza la elaboración de vinos únicos.
La curiosidad investigadora de T.G la ha llevado a experimentar el comportamiento de la vitivinicultura ecológica en latitudes geográficas opuestas, ya que el próximo año concluirán los estudios que intentan optimizar la forma y magnitudes para implementar manejos de intensificación ecológica. Se prolongarán hasta diciembre del año 2022, investigando la sostenibilidad medioambiental, con la aplicación de técnicas de intensificación ecológica en una bodega situada en el Hemisferio Norte, España, y otra en Argentina, Hemisferio Sur. La experiencia y sus conclusiones son patrocinadas por el Proyecto Eureka, una iniciativa europea intergubernamental para el impulso del I+D+i , con el apoyo del (CDTI), la Universidad de Vigo y la colaboración del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria de Mendoza en Argentina).
Si (
No(
