¿Qué somos?

Entre la calle principal y la donde yo vivo, se cruzan tres en forma perpendicular, es decir una calle relativamente corta, y como lo que me había llamado la atención eran los contenedores de basura, me dediqué a contarlos, están en grupos de cinco, diferenciados por colores y recomendaciones de lo que debemos depositar en su interior, los hay para restos de comida, papeles, vidrios, ropa usada y otro que no dice nada, pero igual siempre está lleno, y lo más sorprendente ¡todos están llenos! Incluso los había con bolsas en la acera.

Y como me sucede siempre que pienso llegó a mi memoria la imagen de mi abuela. Cada tres días me enviaba a mi o a algunos de mis hermanos a “tirar la basura” y con una bolsa de papel en la mano lo depositábamos en un “tarro” grande, metálico que estaba en la esquina de mi casa. Nunca estaba lleno, pero tengo que recordar a mucha gente, que entonces la leche venía envasada en botellas de vidrio, y al volver a comprar llevábamos la botella vacía, lo mismo ocurría con el vino, las cervezas y las gaseosas, ahora todo viene en plástico. Los embutidos el comerciante los cortaba en una máquina ante la mirada del cliente, no había envases de plástico ni para el queso y para ningún otro embutido, todo era más sano, ahora repito, todo viene en envase de plástico.

Cuando mi madre iba a comprar llevaba una bolsa de género, no comprábamos una bolsa plástico para traer los alimentos. Y podría nombrar el aceite, las verduras, la fruta y todos los productos con los que nos alimentamos, todo se podía tocar y ver si estaba en buena situación de ser consumido, también entonces había menos enfermedades especialmente en los niños. Pero siempre se ha dicho que los empresarios y los bancos son los que más piensan en cualquier sociedad, y ellos pensaron, si pensaron cómo ganar más dinero, cómo pagar menos salarios, pensaron la forma de no pagar las horas extras, cómo aumentar la usura en el caso de los bancos.

Y el resultado es que ahora los ciudadanos producimos basura, mucha basura. Y este enorme o gigantesco aumento de los desperdicios, también ya había sido pensado por los empresarios y hoy en día todo lo que se almacena en los contenedores es un gran negocio para estos solidarios pensadores. El ayuntamiento provee de empleados, y vehículos para la recogida de la basura, pero la reciclan empresas privadas y estas empresas suman millones y millones de euros al vender el metal, el vidrio, el papel y cartón, madera, plástico y todo aquello que se puede vender.

Por alguna razón hace publicidad en televisión, donde cada minuto vale millones, pero aun así se publicita la idea de reciclar, a no ser que esa publicidad la paguen todos los ciudadanos, con el dinero de los impuestos. Dicen, a mi no consta que los salarios que reciben las mujeres que trabajan en las empresas “recicladoras” son salarios míseros. Y quizás lo más inmoral y vergonzoso sea que cada vecino de cualquier barrio de España es empleado sin sueldo de estos inteligentes empresarios. Primero a través de la televisión nos envenenan la cabeza diciendo que es importante reciclar, pero no dicen para quién es importante.

Pongo por ejemplo del por qué somos empleados sin salario de estas empresas. En cada hogar han tenido que comprar cuatro cubos de plástico, comprar bolsas en el súper para meterla dentro del cubo, separar los diferentes tipos de deshechos bajar la basura a la calle, caminar hasta donde están los contenedores, introducirla dentro sin olvidar cerrar las bolsas. ¿cuantos empleados se economizan los empresarios? Entonces si los vecinos nos negáramos a separar la basura y la depositáramos en cualquier contenedor, los empresarios tendrían que proponer alguna solución y son muchas las que pueden proponer: proveer de bolsas a los vecinos, cubos, o pagar por lo menos la comunidad de cada casa, a los empresarios no les afectaría para nada, solo es cuestión de que los vecinos nos hagamos respetar.

Cada día somos más explotados y no nos damos cuenta. Otro ejemplo, la compañía del agua potable dejó hace un tiempo una nota que decía: A los vecinos del inmueble, a partir del próximo mes dejaremos un cartel donde cada vecino debe anotar el consumo de agua, si no lo hace, la compañía hará una “estimación” del consumo y lo facturará. Yo para poner mi consumo, tengo que subirme en una silla para llegar al contador, comprar una linterna ya que no veo bien, comprar un bolígrafo para anotar el consumo, bajar la escalera, anotar la cantidad consumida, volver a subir la escalera, sentarme y descansar, todo esto a cambio de nada, bueno a cambio de algo si, con mi inversión y mi sacrificio le ahorro un empleado a la compañía que nos vende el agua, antiguamente el agua era un bien común.

Los consumidores tenemos que ir al banco para pagar, esperar una larga fila en la calle y si protestas te dicen que la domicilies, es decir también somos empleados del banco. Siguiendo con la basura, dicen que el dueño de los deshechos que producimos es un conocido empresario del fútbol, yo no lo sé porque el fútbol no me gusta. Este señor paga enormes salarios a algunas personas por patear una pelota y le paga con el dinero que le produce la basura que nosotros reciclamos y ponemos en los contenedores a cambio de nada. Si solo en una calle de cualquier barrio, los vecinos deciden no separar los deshechos, no comprar cubos para los diferentes residuos, entonces el empresario tendría que contratar más empleados, eso sí sería conciencia ciudadana, así mismo si nadie anota su consumo de agua o electricidad las compañías tendrían que enviar a un empleado a tomar nota en cada hogar, eso sí sería conciencia ciudadana. Yo comenzaré depositando mis residuos en el contenedor donde haya espacio y punto, me dará lo mismo el color o las recomendaciones.

Espero que otros vecinos hagan lo mismo, eso si sería conciencia ciudadana. Sonrío cuando leo en el contenedor que dice: deposite la basura en el contenedor correspondiente, no deje la basura en la acera, colabore con la limpieza, y me causa risa porque las aceras están llenas de excrementos de perros, de todo tipo de deshechos y ahora se suman las mascarillas, parece un chiste el aviso de no ensuciar las aceras, pero no es un chiste, es que nosotros con nuestra actitud causamos risas y mucho dinero a los empresarios.

Por último quiero contar que en Alemania, en algunos supermercados tienen una máquina donde se depositan los envases de plástico y cada vez que una persona introduce un envase, la máquina expende un papelito que dice vale por equis cantidad de centavos de euro, es decir pagan para que recicles, pero eso es en Alemania. Yo pienso qué sucedería si mañana un empresario pensador, descubriera la posibilidad de obtener aun más dinero reciclando el agua de la lavadora, del lavavajillas, de cuando nos duchamos o lavamos los dientes, de la taza del water o del papel higiénico usado, entonces tendríamos que comprar más cubos para cada agua usada y otro para el papel higiénico en desuso. Puede causar risa pero hace años eramos más respetados, eramos vecinos o ciudadanos que producíamos y por esa razón nos respetaban, ahora la mayoría sigue produciendo, pero ya nadie les respeta. Si recuperamos nuestro valor como personas, eso sí sería conciencia ciudadana.