21MAR21 – MADRID.- En ésta época de “Pandemia”, nos han presentado algunos espectáculos, la mayoría monólogos humorísticos, que no pasan de ser eso. Pero en cambio esta obra es una comedia musical donde nos cuentan la historia de una pareja a punto de divorciarse, donde a través de los sentimientos va tomando unos giros inesperados que sorprenderán al espectador.
Con una escenografía sencilla pero muy efectista, ya que define muy bien los espacios escénicos de cada momento realizados por Bi Show; con una iluminación adecuada y precisa de Gabriel Lázaro.
Las voces de los protagonistas, Rocío Madrid y Víctor Massán, y la colaboración de Carlos Latre, en la voz de Dios, se encuentran en cada instante a la altura de sus personajes; con una música que en todo instante llena el escenario gracias a la labor de Ferrán González; y una coreografía que acompaña perfectamente a la composición musical de Sonia Dorado; todos bajo la dirección magistral de Miguel Molina.