Son ocho las candidaturas que compiten y hemos de recordar que según la Ley Electoral de Bolivia, para ganar en primera vuelta se precisa el 50% de los votos o un mínimo del 40% con una diferencia de 10 puntos sobre la segunda candidatura más votada. Si no se dieran ninguna de estas dos condiciones habría que ir a balotaje el 29 de noviembre.
Hasta el momento, todas las encuestas de intención de voto abocan a la celebración de una segunda vuelta, pues ninguna de las candidaturas obtendrían los requisitos señalados. La mayoría de las mismas, dan como vencedor al candidato del Movimiento al Socialismo (MAS), D. Luis Arce Catacora, Catedrático de Universidad y ex-ministro de Economía y Finanzas Públicas en dos periodos distintos de los gobiernos de Evo Morales. En segundo lugar, se disputan el puesto la actual Presidenta interina Jeanine Áñez y Carlos Mesa, en representación de Juntos y Comunidad Ciudadana, respectivamente. Las cinco restantes candidaturas no entrarían en la disputa por los primeros puestos y sólo serán relevantes en una posible segunda vuelta dependiendo con quién se alíen.
Aunque las más prestigiosas encuestas dan como vencedor a Arce (MAS), con un 42% y con más de 10 puntos sobre el segundo (con lo cual no sería necesaria segunda vuelta), los últimos sondeos muestran un acercamiento entre las tres candidaturas citadas, aunque bien es cierto que las consultas se han celebrado en los núcleos urbanos, donde el voto al MAS es menor.
De tener que celebrarse una segunda vuelta el 29 de Noviembre, todo parece apuntar que el MAS perdería las elecciones y Arce no sería presidente, pues el discurso de “todos contra el MAS”, serviría para decantar el balotaje. La única duda es si el segundo será Áñez o Mesa.
Desgranando las propuestas electorales y los discursos de campaña, el único partido que tiene un programa de gobierno serio y completo es el MAS. El resto basa su campaña exclusivamente en NO QUEREMOS AL MAS y NUNCA MAS EVO MORALES. Con estos mimbres es difícil vaticinar qué pasará el día 18 de octubre. No se dan debates electorales sobre propuestas de candidaturas, no se discute de políticas públicas, no se marcan las diferencias entre los distintos programas y así es muy difícil enfrentar una elección presidencial y legislativa, que estará regida por las vísceras y no por la razón, marcadas por el enfrentamiento y no por las propuestas.
La sorpresa podría caer de un resultado suficiente en la primera vuelta que eligiera como Presidente a D. Luis Arce del MAS, ya que el voto diseminado a las siete restantes candidaturas podría propiciar ese resultado. Eso lo sabremos el 18 de Octubre próximo.
* Francisco Pineda Zamorano es Experto en Relaciones Internacionales y Cooperación.
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