Su contenido, el vino tinto de este Prínceps, es la verdadera revolución de la añada del 2015 debido al ensamblaje, por mitades, de una dupla de formidables uvas tintas autóctonas: samsó y garnacha negra, que se han elaborado por separado. En copa muestra un rojo teja. Tuvo una crianza de 12 meses en barrica de roble francés para posteriormente madurar otro año en botellero… (pero es que este Gran Prínceps 2015, me llega con un enorme incremento de maduración y finura que le proporciona su larga evolución en botella).
Esta circunstancia, le ha conferido expresividad aromática, y un aumento de suntuosidad, y notas balsámicas en el paso de boca. Recuerdos de fruta negra madura - de hueso -, que ha potenciado su crianza en madera noble francesa, sin que el paso por barrica le haya restado frutosidad ni frescura. Potente, con buen equilibrio acidez-alcohol, y taninos bien domados amables y persistentes, que le auguran unos años de excelente evolución si se guarda adecuadamente. Canals & Munné no solo elabora vinos tranquilos: blancos rosados y tintos. La emblemática bodega del Penedés destina una porción de sus vinos bases de calidad a la elaboración de cavas Gran Reserva, un epígrafe definitorio de la excelencia de sus espumosos de larguísima crianza.