Se trata de una de las citas imprescindibles del sector turístico a nivel mundial y reunirá, como en otras ediciones, a los mayores expertos para analizar las tendencias en materia de calidad turística, así como las diferentes actuaciones de las instituciones públicas de los distintos países y los planes estratégicos de las organizaciones del sector. Para el Instituto para la Calidad Turística Española es una oportunidad única para mostrar el elemento diferenciador del turismo español y dar a conocer el know-how que el ICTE ha adquirido en sus casi 20 años de existencia.
Fue precisamente en Puerto de la Cruz donde nació la Marca Q que gestiona el ICTE, fruto de la iniciativa de un grupo de hoteleros que vieron claro la necesidad de crear un distintivo unificado y que representara la apuesta por la calidad del sector. Hoy en día la Marca Q es un referente a nivel internacional.
El Puerto, como se conoce popularmente, es el municipio más pequeño de la isla de Tenerife y está situado en su cara noroeste, dentro del gran anfiteatro natural que es el Valle de La Orotava. Es una ciudad que mira al océano, rodeada de huertas, plataneras y viñedos y que está permanentemente vigilada por el gran volcán: el Teide.
Es una ciudad turística distinta a cualquier otra. Su puerto vivió una época de esplendor comercial, dando salida al azúcar y el vino de la isla que viajaba a la entonces floreciente Europa. Su espectacular naturaleza, su buen clima y su extraordinario cielo cautivaron a los científicos y botánicos del continente y se convirtió en un destino clave para los viajes de salud. El carácter tolerante y aperturista de sus habitantes fue lo que acabó por posicionarla como centro cultural de vanguardia de todo el archipiélago.
Hoy Puerto de la Cruz conquista a aquellos que conciben el viaje como una experiencia enriquecedora; que buscan descubrir y descubrirse en otros. Es un lugar en el que permanentemente están ocurriendo cosas interesantes: pruebas deportivas, festivales internacionales de música, de teatro o de literatura, fiestas tradicionales o muestras gastronómicas.
La ciudad se extiende en torno al pequeño puerto y se abre en amplias avenidas, paseos peatonales y coquetos espacios ajardinados. Puedes descubrirla a pie, haciendo un recorrido por su casco histórico protegido; en él verás cómo conviven, en perfecta armonía, las antiguas casonas de madera y teja con las nuevas edificaciones.