La capital francesa fue el marco para la "gran marcha de los heridos", dos meses y medio después de que comenzaran las protestas contra la política social y fiscal del gobierno, señaló la AFP.
Los manifestantes buscaban protestar además del uso de las fuerzas de seguridad de LBD, "lanzador de bolas de defensa", cuyo uso provocó graves heridas en manifestantes.
Unas 13.800 personas se manifestaron en París detrás de carteles reclamando la prohibición de las granadas de estruendo y el LBD.
Según las autoridades fueron 10.500 los manifestantes en la capital. El sábado anterior las autoridades contaron unas 4.000 personas en la manifestación. En total, 58.600 personas se manifestaron en todo el país, según el ministerio de Interior, menos que las 69.000 del sábado anterior. Estas cifras son cuestionadas por los "chalecos amarillos".
En la Plaza de la República se registraron algunos incidentes con la Policía. Según un grupo autodenominado "Desarmémosles", 20 personas han resultado con heridas oculares desde el 17 de noviembre por el uso de la LBD.
Los "chalecos amarillos" también protestan por el uso de granadas ensordecedoras
"Es intolerable, inaceptable. Son heridas que mutilan, que destruyen vidas, a pesar de que somos pacifistas", se refiere a Antonio, uno de los convocantes de la marcha de París, que se presenta como una víctima de una granada.
Las armas con proyectiles de goma ya se usaron más de 9.200 veces desde que empezaron las protestas, y el uso contra los manifestantes provocó las heridas, incluyendo las sufridas por Jérôme Rodrigues, miembro destacado de los "chalecos amarillos". Rodrigues fue uno de los manifestantes que encabezaron la marcha este sábado, y fue ovacionado al ser reconocido en la multitud.
El Consejo de Estado, la máxima administración administrativa francesa, el uso de armas que lanzan proyectiles de goma (LBD, en francés) para dispersar a los manifiestos es legal.
Abusos policiales
En la respuesta se organiza un llamamiento en las redes sociales para la nueva protesta de los "chalecos amarillos", un movimiento heterogéneo contra la política económica y social del Gobierno de Emmanuel Macron, se basara esta vez en la "violencia policial".
La Inspección General de la Policía Nacional (RICG) abrió 116 Investigaciones.
Las autoridades registraron más de 1.900 heridos entre los manifestantes y más de 1.200 entre las fuerzas de seguridad en 12 semanas.
En Burdeos (suroeste), una ciudad en donde el movimiento de protesta es muy fuerte, se registraron incidentes. En Nantes (oeste), dos policías resultaron en heridos durante la protesta.
Este sábado, los "chalecos amarillos" convocaron a manifestar masivamente en Valence (sureste) en donde se adoptaron medidas de seguridad excepcionales y en donde cerró la mayoría de los comercios.
El presidente Macron acudió a esa localidad la semana pasada para el "gran debate nacional", una consulta lanzada por el Gobierno con la esperanza de terminar la crisis.
También se registraron incidentes en Morlaix (oeste) o en Nancy y en Estrasburgo (este).
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