La ciudad andaluza va a desarrollar un amplio programa de actividades, si bien, cada mes se dedicará a productos determinados. Así, febrero es el mes del tomate y del aceite de oliva Virgen Extra, marzo prestará especial atención a la gamba roja y los platos marineros, abril a la cocina de cuaresma y Semana Santa; mayo a la sandía, melón, gazpacho y cremas frías, junio a la cocina de Vanguardia; julio al jamón, embutidos, carnes y pescados; y agosto será el mes de la tapa y la cerveza.
La uva y el vino de la tierra tendrán su protagonismo a lo largo del mes de septiembre, octubre será el mes de las hortalizas de Almería, noviembre el del plato de cuchara, y diciembre el de los postres y la repostería.
El “milagro” de Almería, “La huerta de Europa” se basa en el modelo de producción agrícola que ha puesto sus productos de la huerta en las mesas europeas. La calve hay que buscarla en el “mar de plástico”, sus cultivos de invernadero bajo abrigo.
Cada año Almería produce más de 3 millones de toneladas de frutas y verduras, gracias a las 29.000 hectáreas de invernaderos. Un sistema capaz de cultivar alimentos de calidad con 12 veces menos de agua que los que se necesitan si se cultivan a campo abierto.
“El milagro almeriense es el desarrollo de una huerta que abastece a toda Europa, donde el agua es el gran tesoro que ha creado un modo de vida. Se ha conseguido que una de cada 3 familiar europeas consuman regularmente productos made in Almería”, ha dicho el alcalde, Ramón Fernández-Pacheco.
Pero, el regidor municipal no olvida otros aspectos: Tenemos mucha riqueza de pescados y mariscos frescos, conservamos nuestras recetas tradicionales, como las migas, gurullos, gachas, trigo…. Me dejo muchos productos en el tintero, sin olvidarme el tomate raf y la gamba roja. Otro secreto es la nueva generación de profesionales que hace que nuestra cocina evolucione. Somos tierra mediterránea, cruce de culturas y eso influye mucho en nuestra cocina”.
Y lo que dice el alcalde se puede comprobar nada más dándose una vuelta por el Mercado Central donde en su primera planta se ve el amplio abanico de frutas y verduras y en la inferior la de pescados y mariscos.
De frutas, tomate, pimiento, berenjena, pepino, judías verdes, lechuga, guisante, col china, alcachofas, habas….. Pero atención la joya hortelana, el tomate raf y la fruta fresca de sabores celestiales como la sandía, el melón, la uvas o las naranjas. La oferta está certificada, ya que, ni más ni menos, hay 8 sellos de calidad para los productos agroalimentarios.
TESOROS DEL MAR
El pescado y el marisco son los tesoros naturales con los que nos sorprende de la cocina almeriense. Para disfrutar de estos platos, los barcos de pescadores zarpa con el objetivo de extraerlos de las aguas profundas del Mar de Alborán.
Tres son las especies más apreciadas. El gallo Pedro, tan feo como rico; la gamba roja de la Garrucha, tesoro autóctono incomparable, considerada como un de los mariscos más deliciosos del Mediterráneo, y los galanes o loritos que cada tarde se subastan en las 5 lonjas que hay repartidas por la provincia, en las localidades de Almería, Garrucha, Roquetas, Carboneras y Adra. La oferta se enriquece con las langostas, cigalas, bogavantes y quisquillas.
Pescados encontramos salmonetes, rape, gallineta, mero, raya, cazón , sardina, caballa y un largo etcétera. Mención especial hay que hacer a los calamares de potera, jibias, pulpos y potas. Y como joyas ocultas el arte del salazón, que encontramos en la mojama; el pescado secado al sol y los escabeches que merecen capítulo aparte.
Si uno no quiere esperar mucho para darle gusto al paladar con las gambas, cigalas u otros productos del mar, dentro del recinto hay un bar que le los prepara al momento. Y fuera, adosado al mercado, está el Bar Habibi, donde nosotros dimos buena cuenta de ello a la hora del aperitivo.
La oferta de establecimientos de hostelería es amplia y variada. Recomendables el restaurante Valentín, con un extraordinario producto, poco manipulado. Y muye frecuentado Casa Sevilla. En bares de tapeo hay mucho donde escoger. El Quinto toro siempre está muy concurrido. Casco antiguo no defrauda. Trato agradable en el bar Tijeras, donde su dueño, Paco, es la mejor “oficina de turismo” de la ciudad.
Vamos con unos datos que delatan la importancia de la huerta de Almería. Superficie de invernaderos: 30.564 hectáreas de cultivo. Toneladas producidas en 1.975: 700.000 y en 2014: 3,5 millones. Las ventas de cada campaña agrícola suponen 3.150 millones de euros, de los que 2.716 van a la exportación.
Por toneladas la producción se reparte así: tomate 840.000, pimiento 670.000, sandía 520.000, pepino 440.000, calabacín 450.000 y berenjena 170.000.
Doscientas empresas están agrupadas en la marca gourmet “Sabores Almería” que apadrina la Diputación. Y cuándo a su presidente, Javier Aureliano García, le preguntamos qué plato nos aconseja, nos responde señalando que “los 103 municipios se pueden recorrer a través el paladar; cada comarca te descubre unplato diferente unido a su gran tradición e historia. Desde los jamones y embutidos del Almanzora y Níjar hasta el pescado y las verduras del poniente, pasando por las herencias árabes que aún están presente en los platos más típicos de la comarca de Nacimiento como las talvinas y las gachas”.
Almería sabe rico, pero, seguro, que este año sabrá mucho mejor con el amplio programa de actos gastronómicos que va a desarrollar con motivo de la declaración como Capital Española de la Gastronomía.
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