El coreógrafo Javier Castillo, “Poty” recibió el título de “Alubiero Mayor”, en un acto que tuvo lugar al mediodía y que contó con la presencia del consejero de Innovación, Industria, Turismo y Comercio, Francisco Martín; del alcalde de Cabezón de la Sal, Víctor Reinoso; del director general de Administración Local, Pedro Carmona; la Directora General de Alimentación, Marta López; y del presidente de la Junta Vecinal, José Luis González. “Poty” recibió numerosas muestras de simpatía de las muchas personas que se acercaron a saludarle y a fotografiase con él, después de que el alcalde pedáneo, José Luis Gonzalez, le impusiera la “alubia de oro” y le entregara un diploma y un lote de alubias cosechadas en el pueblo.
Por el pueblo se repartieron 220 puestos de productos agroalimentarios y de artesanía, entre los que destacaron los de las legumbres locales.
Uno de los stands fue ocupado por el municipio de Porcuna, que acudió a promocionar el aceite de oliva de Jaén. Esta localidad de 6.000 habitantes, según explicó su alcalde, Miguel Moreno, había escogido esta feria para dar a conocer el aceite de Jaén, en el norte de España. Se hicieron degustaciones de aceite y, además, de diversos platos que se elaboran con él. Ya el pasado viernes, en el palacio Jesús de Monasterio, se presentaron los aceites de Porcuna a más de un centenar de profesionales del mundo de la restauración de la comarca.
Un grupo de vecinos elaboró un cocido montañés del que se repartieron 2.700 raciones a 4 euros. El precio incluía la cazuela de barro, los cubiertos, el pan y un yogurt.
En la localidad se realizaron varias escenificaciones, talleres y exposiciones que recrearon y ambientaron cómo las gentes de toda una época en esta zona de Cantabria trabajaban en el campo y en la ganadería.
No faltó, tampoco, la elaboración cara al público y las correspondientes degustaciones de sopa de ajo, café de puchero tortos, boronos y morcilla, entre otros productos de matanza.
La recreación de una escuela rural volvió a ser, un año más, otro de los atractivos para el visitante, así como las cuadras, los rebaños de ovejas y cabras, el herraje de caballos y otros aspectos del pueblo. En el recinto del Palacio de Jesús de Monasterio se pudo ver una amplia muestra de aperos de labranza.
Toda la jornada estuvo animada con manifestaciones folclóricas. Así, se oyó la música de la banda de gaitas La Garabanduya, la de los piteros Los Peralos, la de Ronda Salines y la de los Rabelistas del Besaya. Por la tarde hubo un festival folclórico, que organizó Onda Occidental Cantabria, emisora que dio una amplia cobertura informativa del evento.
El alcalde pedáneo, José Luis González Conchas, ha asegurado que este festejo es fruto de la ilusión y entrega de todos los vecinos del pueblo. “Ellos son los auténticos protagonistas”, enfatizó, a la vez que manifestó su satisfacción por la alta capacidad de convocatoria que tuvo el festejo. Recordó que está declarado de Interés Turístico Regional.
Ollas ferroviarias
La víspera se desarrolló un concurso de ollas ferroviarias, en el que participaron 70 “olleros”. El sábado hubo, además, un taller de cocina en la que los chefs prepararon diversos platos con la alubia como protagonista. En el intervinieron Floren Bueyes, chef y presidente de la Asociación de Cocineros de Cantabria; Emiliano Martín, del Restaurante Las Quebrantas, de Somo; y Eduardo Chapero, de la confitería Milhojas, de Cabezón de la Sal.
Además, la Academia Cántabra de Gastronomía llevó a cabo una charla sobre las legumbres, a cargo del doctor Gabriel Argumosa, y un maridaje de vinos de Cantabria, que dirigió Alfonso Fraile, presidente de la Asociación de Sumillerss de Cantabria. El Secretario de la Academia, Andrés Alonso, recibió un reconocimiento oficial por parte de los organizadores de la feria por su contribución a la promoción de la gastronomía regional.
La feria siguió por la tarde con la degustación de té del puerto con orujo por gentileza de la orujera lebaniega Sierra del Oso y la actuación del grupo Los Carabelas. No faltó, tampoco, el sorteo de cestas con productos agroalimentarios de Cantabria.
La Feria de la Alubia y la Hortaliza volvió a tener carácter solidario, colaborando con APTACA, asociación que busca la plena integración en la sociedad de las personas con autismo de Cantabria.
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