Esta cifra ha estado fluctuando en los últimos días en medio de la confusión de la búsqueda de cuerpos en la localidad de Paradise, que fue arrasada por las llamas.
Otras tres personas murieron en otro incendio que se desató en la zona de Malibú, en el sur de este estado de la costa oeste de Estados Unidos.
El "Camp Fire", que se desató el 8 de noviembre y arrasó 61.500 hectáreas y más de 12.600 hogares, estaba contenido en un 75%.
Se pronostican lluvias para este miércoles y tal vez los días siguientes, lo que ayudará a controlar las llamas, aunque podrían provocar inundaciones, convertir a las cenizas en una pasta espesa y arrastrar los restos humanos dificultando la tarea de buscar e identificar víctimas.
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