La edición de este libro es preciosita de papel y presentación, con ilustración en cubierta de una estampa de 1907 de Uemura Shöen, con sobrecubierta en pape con idéntica imagen.
La vida de Ueda Akinari (1734 – 1809) es también sorpresiva, como sus cuentos. Nació en un burdel de Sonezaki, barrio de prostitución de la ciudad de Osaka. Rechazado r su madre, fue adoptado por un comerciante de papeles y aceite. Su padre adoptivo aprobó la tendencia del hijo por la literatura. Heredó el negocio familiar después de casarse y se acercó a la escuela Kokugaku.
Después de publicar sus cuentos en 1768, un incendio devastador devoró su vivienda y negocio. Arruinado, Akinari decidió estudiar Medicina y ejerció como médico en Osaka. Su esposa murió en 1797 y la ceguera se apoderó del escritor, por lo que declinó su afición a la escritura. Murió en Kioto y se le considera un hombre comprometido siempre con las letras.
Cuentos de lluvia nos habla de una cortesana ambiciosa, de un poeta pirata, de unas damas con cara de zorro, de un moje pícaro, de una trágica geisha… Hay que dejarse llevar por la fantasía sobrenatural, religiosa o histórica del autro japonés, para disfrutar el lenguaje de estos relatos breves.