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Los bosques cementerios de Alemania

Por Concha Pelayo (*)
sábado 06 de octubre de 2018, 20:25h

06OCT18 – MADRID.- Desde hace algo más de veinte años, la República Federal Alemana ha convertido algunos de sus bosques en cementerios. A los alemanes les gusta ser enterrados en los bosques y la costumbre ha ido introduciéndose en la sociedad poco a poco con normalidad. Aunque si nos paramos a reflexionar, tampoco debería extrañarnos tanto esta costumbre dado que los alemanes aman y están orgullosos de sus bosques a los que respetan y protegen y de todos es conocida su relación con estas grandes extensiones de naturaleza y árboles.

Los bosques cementerios de Alemania

Como se sabe, en la cultura cristiana, en el norte de Europa, siempre existió la costumbre de hacer enterramientos en jardines y en cementerios llenos de flores, práctica que se fue extendiendo por toda Europa hasta nuestros días.

En un principio, la Iglesia miraba esta costumbre con cierto recelo pero dada la cantidad de enterramientos que se producen en los bosques y el mayor número de personas que desea ser enterrado de esta manera, la iglesia lo ha asumido, como el resto de la sociedad con la misma naturalidad.

En la actualidad existen, nada menos que 41 bosques destinados a cementerios o FRIEDWAD, “sepulturas verdes” o bosques pacíficos, como los denominan los alemanes.

Muchos estarán pensados si esta costumbre está regulada de alguna forma, pero como era de esperar, dado el formalismo de la sociedad alemana para con sus costumbres y tradiciones, estos enterramientos están perfectamente regulados y están determinadas las diferentes competencias. La familia y el gobierno local se ocupa del enterramiento y la municipalidad de la conservación de las áreas verdes, en este caso, de los bosques. Este mismo año se abrirán otros cinco nuevos bosques y la iglesia es también flexible tolerante con este ritual fúnebre.

Por otro lado, hay que tener en cuenta, el sentimiento ecológico de los alemanes por el medio ambiente, el respeto y el esmero constante de acciones que van encaminadas a preservar el planeta además de que los bosques están muy presentes en sus vidas. Todo el mundo tiene próximo al lugar donde reside un bosque. Por tanto, quien ha vivido inmerso en ese paisaje lo lógico es que desee permanecer en él. Reflexionando sobre todo ello, estas razones son más que convincentes para que el final de la vida se desee reposar en un bosque.

También se tiene en cuenta el factor económico. Los funerales tradicionales son mucho más caros y fríos. Al respecto, dice el pastor luterano, Thomas Strege: “la atmósfera en el FRIEDWWAD” (en el bosque) es maravillosa. Y lo dice porque desde hace varios años preside funerales y ceremonias “in memorian” en los bosques.

Algunos se estarán preguntando en qué consiste este ritual fúnebre.

Normalmente, la persona que ha fallecido, deja dicho o escrito donde y cómo quiere ser enterrado. En este caso, si ha elegido un bosque, su cuerpo será incinerado e introducido en una urna biodegradable y allí, junto al árbol que ha elegido previamente, será enterrada la urna que acabará desintegrándose en la tierra. El bosque, en general, será el más próximo a la localidad donde el fallecido tenía su residencia salvo que por alguna razón hubiera elegido otro. Junto al árbol no habrá flores, ni velas, ni coronas. Nada. Sólo los árboles en hileras, cientos de árboles. Si se desea puede pegarse una pequeña placa con el nombre y la fecha de nacimiento y defunción del finado. Algunos no tienen ni placa.

Precisamente, en mi reciente viaje a Alemania, he conocido uno de estos bosques convertido en cementerio. Un hermoso hayedo, muy frondoso. Era al atardecer y una suave brisa agitaba las ramas de los árboles. El calor, inusual, que ha sufrido Alemania este verano allí apenas se notaba. Llegamos hasta el lugar para acercarnos al árbol donde reposan los restos de un amigo alemán fallecido recientemente. Tan solo una discreta plaquita con su nombre y las fechas de nacimiento y defunción. Había otras placas con otros nombres, pero había que buscarlas pues son tan discretas que pasan desapercibidas. En una de ellas una cita de Sócrates decía algo así como” el deseo natural del hombre de volver a la tierra”. Según el pastor luterano: «Los miembros de la familia se encuentran en medio de la naturaleza, en cierto sentido en el origen de la vida. El círculo de la vida, del nacimiento a la muerte, y se cierra en el centro de la madre Tierra».

No están permitidas más de diez urnas por árbol y estas tumbas pasarán a ser propiedad de la familia por espacio de 99 años. En los enterramientos tradicionales tan sólo son 25 años. El costo por cada enterramiento suele ser de mil euros. No permiten más de diez enterramientos por árbol.

También las calles de los bosques tienen su nombre que coinciden con el nombre de las calles de la localidad próxima. Es decir que el fallecido suele ser enterrado en la calle cuyo nombre coincide con el nombre de la calle donde residía. Salvo que manifestara otra cosa. Pero, por lo general, todo el mundo elige ser enterrado en su calle. Todo es así de lógico, de sencillo y natural. Mientras visitábamos este hayedo un amigo alemán me comentó que él y su esposa reposarán allí cuando les llegue su hora. Y me llevó a la calle Larchenweigm, la misma donde reside en su pueblecito

Aunque hay muchas sepulturas sin una señal exterior que indique que allí reposa alguien, sin embargo, la compañía FriedWald tiene un mapa detallado de todos los árboles en los que se entierran las urnas.

En general, la mayoría de estos enterramientos en los bosques son de protestantes y católicos, pero empiezan a gozar de popularidad entre los budistas.

El Consejo de las Iglesias protestantes en Alemania creó un comité para examinar todo lo relacionado con esta cuestión. Uno de los directivos de esta comisión, Reinhard Mawick, visitó un sitio del bosque de Reinhardswald, que habría inspirado muchas de las fábulas de los hermanos Grimm y declaró que la alternativa que ofrece FriedWald es muy compatible con la cultura cristiana, porque la sepultura en el bosque ya no tiene nada que ver con la práctica de sepultura anónima.

Por otra parte, existen numerosos cementerios en Alemania repartidos por todo el país, pero tal vez el más emblemático es el cementerio Zehlendorf, situado al norte de Berlín. Tiene 375.000 m2 y en él se encuentran enterradas personalidades relevantes como el excanciller Willy Brandt que fue Premio Nobel de la Paz y también, a pocos metros, se encuentra Ernst Reuter, que fue alcalde del Berlín Oeste. Reuter murió en 1953 y está enterrado junto a su mujer Hanna. Este cementerio es muy sencillo y sus moradores lo eligieron porque sus restos reposan directamente en el verde. Carece, como otros cementerios, de monumentos extraordinarios o de espectaculares mausoleos. Lo que tiene de especial, precisamente, es que las tumbas están en medio de la naturaleza verde. Unas 40.000 personas están enterradas en este lugar. La sencillez es el rasgo dominante de las tumbas.

Concha Pelayo (*)

(*) Concha Pelayo - Es escritora/ Gestora Cultural - Miembro de AICA, FEPET y ARHOE - https://voydetapas.blogspot.com.es/

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