www.euromundoglobal.com
Manifestantes sostienen fotografías de separatistas encarcelados y autoexiliados en un campo que domina la prisión de Lledoners en Sant Joan de Vilatorrada, a unos 50 kilómetros de Barcelona.
Manifestantes sostienen fotografías de separatistas encarcelados y autoexiliados en un campo que domina la prisión de Lledoners en Sant Joan de Vilatorrada, a unos 50 kilómetros de Barcelona.

1-O: el día más convulso en la historia reciente de España

  • El referendo independentista ilegal celebrado en Cataluña el 1 de octubre de 2017 que profundizó una crisis sin precedentes en el país, un año después, sigue sin solución

lunes 01 de octubre de 2018, 13:22h

01OCT18 – MADRID.- La tensión se había acumulado durante meses y el estallido se oyó en toda Europa: el referendo independentista ilegal celebrado en Cataluña el 1 de octubre de 2017 derivó en uno de los días más convulsos que se recuerden en España y profundizó una crisis que, un año después, sigue sin solución.

Considerado por los líderes soberanistas como un "mandato" para romper con España y proclamar una república, visto por Madrid y los antiindependentistas como culminación de "un golpe de Estado en cámara lenta", el "1-O" terminó de abrir una grieta política, social y judicial que dura hasta hoy y que pudo vislumbrarse ese mismo día, reseña DPA.

"Ante la violencia injustificada, las porras, las balas de goma... urnas, papeletas y colegios. La imagen del Estado ha llegado a unas cuotas de vergüenza que le acompañará para siempre", sentenció la noche de ese largo domingo el entonces presidente catalán, Carles Puigdemont, hoy fugado en Bruselas y procesado por la consulta.

Desde Madrid, el entonces jefe del Gobierno español, Mariano Rajoy, respondía con un mensaje negando de plano lo ocurrido: "Puedo decirles con toda rotundidad: hoy no ha habido un referendo de autodeterminación en Cataluña. Hemos asistido a una escenificación".

Ambos relatos habían cocinado durante meses el choque frontal que se plasmó el 1 de octubre. Puigdemont avanzó con la organización del referendo pese a que era incompatible con la Constitución y a que había sido declarado ilegal por la Justicia.

Y Rajoy prometió que lo impediría, sin aclarar del todo su estrategia. El día se acercaba y las incógnitas se acumulaban. ¿Habría urnas? ¿De dónde saldría el censo electoral? ¿Podría votarse? ¿Cómo respondería la policía? ¿Votarían también los antiindependentistas? ¿Declararía la independencia el Gobierno de Puigdemont, como había prometido en caso de un triunfo del "Sí" a la nueva república?

Las respuestas fueron llegando el domingo de la consulta ante los ojos de millones de españoles pegados a la televisión. Las urnas aparecieron, la policía catalana permitió instalarlas, solo los soberanistas salieron a votar y los policías nacionales enviados de refuerzo a Cataluña para impedirlo se vieron desbordados.

La incapacidad de acuerdo político estalló entonces en las calles. Al grito de "¡votarem!", miles de independentistas en escuelas y centros de votación chocaron con la policía que tenía orden de impedir la consulta ilegal.

Las autoridades catalanas contaron más de mil personas que recibieron atención médica por los enfrentamientos. La imagen de caos y violencia llegó a los medios de todo el mundo.

"La vergüenza de Europa", tituló la web de la CNN. "España se rompe", ilustró The Times. El francés Libération aseguró: "Madrid reprime duramente el voto sobre la independencia" y The New York Times o The Washington Post destacaron los heridos en la consulta.

A pesar de la falta de garantías mínimas (las mesas registraban a mano a los votantes y muchos pudieron depositar varias papeletas), el reconocimiento internacional nulo, el boicot de los no independentistas y la tensión de la jornada, Puigdemont dio por bueno el referendo y prometió proclamar la república.

Pero el éxito de la consulta se quedó en su impacto propagandístico. La Unión Europea (UE) mantuvo su apoyo a Madrid y a la ley, cientos de miles de antiindependentistas se manifestaron en Barcelona una semana después del referendo a favor de la unidad de España y miles de empresas dejaron Cataluña huyendo de la incertidumbre.

Un año después, el saldo del referendo del 1 de octubre de 2017 parece negativo para todas las partes. Unos 25 líderes soberanistas están procesados, nueve de ellos en prisión preventiva y siete fugados, incluido Puigdemont.

Y Cataluña sigue dividida en dos mitades cada vez menos reconciliables ante la idea de independencia. La crisis catalana acaparó toda la energía política del país y ni siquiera la salida de Puigdemont y Rajoy le puso fin.

El nuevo jefe del Ejecutivo español, Pedro Sánchez, reanudó el diálogo con el nuevo presidente catalán, Quim Torra, pero Barcelona insiste en exigir un referendo de autodeterminación que Madrid no puede permitir.

Mientras sigue usando el 1 de octubre para acusar a España de Estado "represivo" con tintes "fascistas", Torra pide movilización ante el primer aniversario del 1 de octubre y asegura que ve posible declarar la independencia.

En caso contrario "no estaría al frente de la presidencia de la Generalitat", dijo esta semana.En Madrid, el nuevo Gobierno socialista lanza guiños a Barcelona y busca vías de acercamiento, hasta ahora sin éxito.

El veterano ministro de Exteriores español, Josep Borrell, aseguró la semana pasada en Nueva York que "tomará un largo trecho" sanar las heridas abiertas: "Si tenemos éxito, veinte años".

¿Te ha parecido interesante esta noticia?    Si (19)    No(0)

+
0 comentarios
Portada | Hemeroteca | Índice temático | Sitemap News | Búsquedas | [ RSS - XML ] | Política de privacidad y cookies | Aviso Legal
EURO MUNDO GLOBAL
C/ Piedras Vivas, 1 Bajo, 28692.Villafranca del Castillo, Madrid - España :: Tlf. 91 815 46 69 Contacto
EMGCibeles.net, Soluciones Web, Gestor de Contenidos, Especializados en medios de comunicación.EditMaker 7.8