En la muestra que presenta en esta ciudad manchega, se reconoce la labor llevada a cabo por el artista desde hace muy poco tiempo a esta parte de una manera sorprendente, demostrando una gran evolución estética y filosófica en la representación, claramente demostrada personalmente, como afirmó oralmente y de forma explicativa en cada una de sus obras el día de la inauguración, que sorprendió a propios y extraños. Las obras aquí representadas son una explosión de color, pero digerible para la retina, alternado el color, forma y textura.
Y es que Salvador Samper, ha sentido desde muy joven la influencia del arte por intuición familiar, ya que José Luis Samper, su padre, fue un gran pintor autodidacta y artista multidisciplinar en los medios audiovisuales. Este acercamiento fue motivando progresivamente su afición a las artes plásticas y a otras disciplinas complementarias, para amarlas exhaustivamente. El artista supo captar lo cercano para involucrarse e interesarse por la teoría y la estética por un lado, mientras por otro con la investigación en la práctica artística.
De esta forma fue madurando y creándose un original estilo, muy personal y totalmente opuesto al de su ancestro, derivando a una tendencia más actual, pudiendo definirlo dentro del campo conceptual con varias interpretaciones, que pueden ir unas veces en la nueva figuración, otras en el pop-art, incluso hasta el cómic, pero su fin primordial es la crítica, siempre con un fin estético, adaptando el estilo o la forma al fin deseado, que hace visible a través de la representación plástica.
Con distinto soporte, plasma imágenes en forma de iconos, signos, símbolos, alegorías, elementos geométricos, etc., que son llevados a la práctica por diversos materiales: óleos, acrílicos, tintas, esmaltes sintéticos, barnices, tierras minerales, etc., representados de diversas formas, bien directamente, otros mediante veladuras, chorreos, difuminados o patinados, combinando correctamente color y textura.
El universo de color que utiliza, lo plasma perfectamente, para que además de la información que pueda llevar la obra, bien en un plano crítico, pictórico o estético y a la vez pueda ser grato a la vista. Todo ello de una forma interior amparado en la nostalgia o la melancolía, introduciéndonos con ello en una visión singular captada por su retina, que nos muestra lo que está pasando en el mundo hay fuera o a él mismo.
Digamos que es su carta de presentación. A la vez se observa en el artista, el interés en el campo de la experimentación e investigación en las artes plásticas. Todo ello deriva en una personalidad propia en el artista cuyo lenguaje pictórico, insisto tiene una gran carga de conectar con el espectador, reflejando su idiosincrasia personal e intransferible.
Su integración en el mundo del arte es digna de mencionar, Salvador Samper, ejerce como docente de las artes plásticas y es director del Museo José Luis Samper en su tierra natal Alcázar de San Juan, así mismo, su historial artístico se nutre de una decena de premios en diversas escalas, ha realizado una veintena de exposiciones individuales en numerosas ciudades españolas y en el extranjero, más una docena de colectivas en diversos lugares, la dos últimas en la sala de Exposiciones Domus Artis, de El Toboso (Toledo) la primera, en el mes de abril en las “Jornadas Cervantinas” de la Villa de Dulcinea, organizadas por el Grupo Quinarte, la familia Samper y el Excmo. Ayuntamiento y la última en el mes de mayo con el título “El Quijote de Samper” junto a la obra de su padre.
En la inauguración del acto además del autor, estuvieron presentes, la Concejala de Cultura del Ayuntamiento Daimieleño, Lourdes Cencerrada González-Mohíno, varios Concejales del ayuntamiento de Daimiel y Alcázar de San Juan; la Dtora. De los Servicios Culturales, Josefina Villegas, Enrique Pedrero Muñoz, Doctor en Bellas Artes, pintor, escultor y escritor; Tomás Verdugo, pintor y Presidente del Grupo Manchego Quinarte, afincado en Quintanar de la Orden (Toledo) familiares del artista, medios de comunicación y numeroso público.
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