Los datos que podemos conseguir son muy variados, desde cuantas calorías quemamos a lo largo de un día hasta cuanto nos movemos en la cama mientras dormimos. Como hemos dicho anteriormente, son capaces de detectar nuestro movimiento y lo asimilan en forma de pasos.
Cada vez hay más opciones que se ajustan a la necesidad de cada uno, como se podría ver en esta comparativa de pulseras de actividad.
Gracias a que son capaces de registrar las vueltas que damos durante la noche, es fácil saber cómo ha sido nuestra calidad de sueño e incluso si hemos tenido una pesadilla.
En la actualidad, el uso principal que se le da es para aquellas personas que les gusta salir a andar con el fin de bajar algo de peso o mejorar su condición física, gracias a estas pulseras ganamos motivación y un objetivo final, si el primer día hemos hecho un total de 4.000 pasos al siguiente podemos ponernos como meta hacer 500 más, o como mínimo igualar la distancia establecida en el día anterior, de este modo conseguimos establecer una rutina diaria beneficiosa para nuestra salud.
Al saber cuándo nos movemos, también tienen constancia de cuando no lo hacemos, por eso, si llevamos tiempo sin hacerlo entra en juego una alerta de inactividad que nos recuerda que tenemos que realizar nuestra actividad diaria, de este modo es más difícil que se nos olvide o que dejemos de lado este ejercicio.
Ahora, si unimos la calidad de sueño que hemos tenido y las horas en las que hemos estado dormidos, también nos encontramos con que es capaz de decirnos la cantidad de tiempo recomendado para realizar nuestra actividad física, para evitar cualquier tipo de problema como un desmayo por no contar con las energías suficientes.
Por último, y por si todo lo anterior fuera poco, es capaz de registrar los alimentos que comemos y decirnos si son beneficiosos o no para nuestra salud, no es lo mismo comer 100 calorías de arroz que de bollería, este control de peso puede resultar de gran ayuda si queremos decir adiós a esos kilitos que nos sobran.
Las funciones que acabamos de describir son las que incluyen la mayoría de las pulseras de actividad, pero dependiendo de nuestras necesidades y del modelo que decidamos adquirir podemos encontrarnos con que existen más o menos aplicaciones para usar.
Los modelos más actuales pueden incluso calcular la administración de insulina que recibimos en caso de que suframos de diabetes o alguna otra enfermedad y darnos información muy valiosa para combatirla, como qué alimento es mejor o si nuestra condición física es la correcta para ello.
Por último, también cuenta con otras aplicaciones bastante útiles, como son: reloj, cronómetro, despertador y pulsómetro entre otras muchas, por lo que estamos convencidos de que cada vez será más gente la que se una a llevar una pulsera de actividad.
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