Canario De Oro

Un día Canarita decide salir a dar un paseo, volando próximo a un edificio observa un objeto brillante que deslumbra más que el Sol, como es muy curiosa se acerca con mucho sigilo para ver de que se trata, queda muy sorprendida, en la poyata de una ventana hay una jaula, dentro se encuentra un canario cantando.
Se trata de Canario de Oro, espontáneamente le puso ese nombre por su belleza radiante, haciendo competencia al Sol.
No se siente feliz, pero al ver a Canarita se alegra y olvida su situación actual.
A Canarita le extraña el objeto en el que se encuentra encerrado Canario de Oro, le pregunta porque no sale fuera para acompañarla a dar paseos por el cielo azul, luminoso de sol y esplendido que hace en el día de hoy.
Canario de Oro contesta, me lo impide los barrotes que ha puesto mi dueño en este habitáculo.
Canarita lo encuentra muy extraño y decide marchar muy apenada, dice a Canario de Oro, que parte para su parque, pero promete volver pronto a verle de nuevo.
Cuando llega a su nido, cuenta a todos que lo habita lo que ha visto y situación que se encuentra Canario de Oro, no es justo. Proclama.
Desde que ha conocido a Canarita, Canario de Oro esta más remiso para cantar, reclama a su dueño que lo deje en libertad, el dueño responde que no sabe volar, sus alas se han forjado dentro de esta jaula, y están débiles para asegurar su supervivencia, él le da comida, que en el campo no sabría encontrar.
La comida por mis trinos para contentar a mi dueño y alegrar a los vecinos.
El agua es un desatino, bebe más el sol que mi corpiño.
Trato de racano, te quiero mucho mi canariño, dice a veces, pero me tiene preso con barrotes de aluminio. Como se puede querer y hacer grandes trinos encerrado, pobre de mi, me espera triste destino.
Te amo Canarita desde la distancia, solo puedo ofrecerte canciones tristes en mis horas bajas, cuando te acerques a esta perversa jaula.
Canarita, la enamorada, retorna a su nido desconsolada, extiende sus vuelos pidiendo ayuda a todas las aves que por su lado pasan, gaviotas, aviones, grullas, vencejos, palomas, gorriones, jilgueros, golondrinas, tórtolas, les refiere la situación por la que Canario de Oro sufre, tenemos que hacer algo para liberarlo de esa despreciable jaula.
La gaviota arremete contra la jaula donde se encuentra encerrado Canario de Oro con fuerza, cae al suelo de la situación original que se encontraba, el impacto del golpe lastima levemente el cuerpo de Canario de Oro, disculpa, dice, la Gaviota, vamos a sacarte de ese objeto malvado, tienes que aguantar.
La Gaviota embiste de nuevo contra la jaula, también pide ayuda a las aves presentes para romper los barrotes y tener éxito en la operación que les ocupa. Liberar a Canario de Oro.
Con intensidad y empeño han conseguido la hazaña, liberar a Canario de Oro de la nefasta jaula.
Canarita, para celebrarlo organiza un particular festejo. En la finca de su amigo Jilguero que se haya por la Alcarria un festín de comida les ha preparado, la luna también participa junto con una gran Estrella que al convite se ha agregado.
Para este magno acontecimiento Canarita ha preparado con esmero su frágil cuerpo. El pico lavado, el cuerpo todo el perfumado, las uñas se ha pintado y peinada su cola, quiere estar guapa, romántica para impresionar a Canario de Oro, su bien amado.
Los muros han caído, barreras destruidas, democracia y libertad arriba, que haces tú encerrado ahí todavía, rompe tópicos con tus alas y emborráchate de libertad.
Democracia sin libertad no se sostiene, con barrotes contaminados y corruptos. Con aroma de tu ausencia, Canarita, con tinte febril de amor libre por ti.
Libertad incomprendida y no razonada para quien la necesita y ama. Hay que alimentarla con gestos limpios por donde camina, donde la luna nos alumbra y el amor nos abraza.
(*) Vicente M. González ha nacido en Peñaranda de Bracamonte (Salamanca), es autor de la novela Historias de Pensalm.