El responsable directo del aparato represor durante la dictadura de Augusto Pinochet (1973-90), en una entrevista desde la prisión militar, niega la práctica de torturas argumentando que "no estaba ordenado ni dispuesto y nadie podía hacerlo".
Contreras también rechazó la existencia de desaparecidos políticos y la participación de la Dirección Nacional de Inteligencia (DINA), que operó entre 1973 y 1979, en los crímenes del general Carlos Prats y su esposa en Buenos Aires, en 1973, y del excanciller Orlando Letelier, en Washington, un año más tarde.
De acuerdo con este exjefe de la DINA, nadie murió en los centros de detención de la DINA a su cargo, y todos los muertos de este organismo fueron muertos en combate.
"Todos los muertos de la DINA fueron muertos en combate. Yo no di órdenes de hacer desaparecer a nadie. Quien moría en combate iba al Servicio Médico Legal", que luego enterró los cuerpos en fosas comunes en el Cementerio General de Santiago, asegura.
Durante la dictadura de Pinochet, murieron más de 3200 personas y 38.000 fueron detenidas y torturadas, según informes oficiales.