Los barones del PSOE cierran el paso a Tomás Gómez

Cuando parecía que la máxima aspiración de los críticos era abordar ya la cuestión de las primarias, Gómez ha ido más allá planteando en el Consejo Territorial que el PSOE necesita un congreso extraordinario en el que renovar su dirección, sólo diez meses después de que ésta fuera elegida por la mayoría del partido.
En lo que puede interpretarse como un alarde de democracia interna, Rubalcaba ha considerado "normal" que Gómez manifieste su posición en el órgano que corresponde, y se ha parapetado tras las "dieciocho reflexiones en contra" del Consejo.  Dentro y fuera de la reunión, los representantes territoriales han ido uno a uno dando la espalda al líder madrileño y a su idea "extemporánea". 
"Mi posición es la del Consejo Territorial, la de todos los miembros que se han expresado en sentido negativo", se ha limitado a contestar ante los medios el secretario general, que sin embargo habría descargado duras palabras contra Gómez en su cara a cara, según algunas fuentes.
Lejos de amedrentarse, en su medida osadía Tomás Gómez ha salido satisfecho de su intervención por haber hecho una "propuesta concreta" sobre cómo abordar el cambio del que todos hablan internamente en el partido. Sus colaboradores defienden que ha tenido una postura "valiente" y "coherente", en la medida en la que "ha dicho lo que piensa en el lugar donde debe hacerlo, con sinceridad y con lealtad", a diferencia de "otros que piensan como él, pero no lo dicen". 
Entretanto, este sábado se ha confirmado que el plazo para hacer primarias se acotará en el Comité Federal del 12 de enero y que serán después de las elecciones europeas de junio de 2014 y antes de las autonómicas y municipales de mayo o junio de 2015.
Los barones también han convenido que el partido se dedique en 2013 a construir un proyecto para España, con propuesta de reforma de la Constitución incluida, y Rubalcaba ha dicho sentirse "más libre para hacer una oposición más dura". Lo que tampoco ha desvelado es si aspira a presentarse a esas primarias "a la francesa", sean cuando sean, en las que militantes y simpatizantes elegirán al candidato a la Moncloa: "Dios dirá", se ha encomendado.