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Pérez-Reverte revoluciona las redes sociales en su “A ver si lo he entendido, presidente” y los bárbaros de Cavafis
“Para esto, que nos invadan los bárbaros de una puta vez. Que todo se vaya al carajo y el sentido común reconozca a los suyos. Si quedan”, cierra el escritor
miércoles 22 de octubre de 2014, 11:21h
A ver si lo he entendido, señor presidente... Hasta por morirme debo pagar un 21 %... A ver si lo entiendo. Insisto. Alemania tiene 80 millones de fulanos y 150.000 políticos. España, 47 millones y 445.000 políticos. Sin contar asesores, cómplices y colegas. O en Alemania faltan políticos, o aquí sobran. Si en Alemania faltan, apenas tengo nada que decir. Si en España sobran, tengo algunas preguntas. Señor presidente.
¿Para qué sirven 390 senadores (con la brillantez media y la eficacia política media de un Iñaki Anasagasti, por ejemplo)? Subpregunta: si un concejal de Villacantos del Botijo, por ejemplo, necesita contratar a 15 asesores... ¿Para qué puñetas sirve ese concejal, aparte de para dar de comer a numerosos compadres y parientes? ¿Para qué sirven 1.206 parlamentarios autonómicos y 1.031 diputados provinciales? ¿Sabe usted lo que cobra toda esa gente? ¿Y lo que come? Ese tinglado regional, repartido en diecisiete chiringuitos distintos, duplicados, nos cuesta al año 90.000 millones de euros. Con ahorrar sólo la mitad... Eche usted cuentas, señor presidente. Que yo soy de Letras. En vista de eso, ¿cómo es posible que el Gobierno de este putiferio de sangüijuelas y sangüijuelos se la endiñe a las familias y no a ellos? Que en vez de sangrar a esa chusma, se le endiñe a la Dependencia, a la Sanidad, a la Educación, a la Cultura, al pequeño comercio? ¿A la gente que de verdad lucha y trabaja, en vez de a esa casta golfa, desvergonzada y manifiestamente incompetente? A ese negocio autonómico absurdo e insostenible, del que tanta gentuza lleva viviendo holgadamente desde hace más de treinta años. 17 parlamentos, 17 defensores del pueblo, embajadas propias, empresas, instituciones. Negocios casi privados (o sin casi) con dinero público. El único consuelo es que a esa pandilla depredadora la hemos ido votando nosotros. No somos inocentes. Son proyección y criaturas nuestras. Treinta años engordándolos con nuestra imbecilidad y abulia política. Cuando no con complicidad ciudadana directa: Valencia, Andalucía... Con unos tribunales de Justicia cuando no politizados o venales, a menudo lentos y abúlicos. El golfo, impune. Y el ciudadano, indefenso. Esos políticos de todo signo (hasta sindicalistas, rediós) puestos en cajas de ahorros para favorecer a partidos y amiguetes. Impunes, todos. Me creeré a un presidente de Gobierno, sea del color que sea, cuando confiese públicamente que este Estado-disparate es insostenible. Cuando alguien diga, señor presidente, mirándonos a los ojos, "voy a luchar por un gran pacto de Estado con la oposición"; "me voy a cargar esta barbaridad, racionalizándola, reduciéndola, controlándola, adecuándola a lo real y necesario"; "voy a desmontarles el negocio a todos los que pueda. Y a los que no pueda, a limitárselo al máximo. A lo imprescindible"; "aquí hay dos autonomías históricas que tendrán algo más de cuartelillo, dentro de un orden. Y el resto, a mamarla a Parla". "Y el que quiera entrar en política para servir al pueblo, que se lo pague de su bolsillo". Pero dudo que haga eso, señor presidente. Es tan prisionero de su propia chusma político-autonómica como el PSOE lo es de la suya. Ese toque de jacobinismo es ya imposible. Tiene gracia. No paran de hablar de soberanía respecto a Europa quienes son incapaces de ejercerla en su propio país. Sobre sus políticos. Dicho en corto, señor presidente: no hay cojones. Seguirán pagándolo los mismos, cada vez más, y seguirán disfrutándolo los de siempre. El negocio autonómico beneficia a demasiada gente. Usted, señor presidente, como la oposición si gobernara, como cualquiera que lo haga en España, seguirá yendo a lo fácil. A cargar a una población triturada, con cinco millones de parados, lo que no se atreven a cargar sobre sus desvergonzados socios y compadres. Seguirá haciéndonos aun más pobres, menos sanos, menos educados. Hasta el ocio para olvidarlo y la cultura para soportarlo serán imposibles. Así que cuando lo pienso, a veces se me va la olla y me veo deseando una intervención exterior. Que le vayan a frau Merkel con derechos históricos, defensores del pueblo, inmersiones lingüísticas, embajadas y golferías autonómicas. De tanto reírse, le dará un ataque de hipo. De hippen, o como se diga allí. Lo escribía el poeta Cavafis en Esperando a los bárbaros. Quizá los bárbaros traigan una solución, después de todo. Para esto, que nos invadan los bárbaros de una puta vez. Que todo se vaya al carajo y el Sentido Común reconozca a los suyos. Si quedan. Recristo . Qué a gusto me he quedado esta tarde, señor presidente. Lola acaba de abrir el bar. Esta noche me emborracho. Como Gardel en el tango.. Fiera venganza la del tiempo. Parece un título de Lope de Vega. Un tango adecuado para este pasaje".
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Últimos comentarios de los lectores (2)
1277 | Pepe - 26/08/2012 @ 15:56:49 (GMT+1)
Estimado Sr.Perez-Reverte. Problema y grave es nuestra situación actual, según se desprende de sus palabras todos los males que tenemos actualmente vienen dado de las duplicidades, corruptelas, 17 administraciones etc.etc. y más. Nuestra manera de administrar la Nación, parte de una Constitución, con más o menos acierto, nos pusimos en marcha. la idea fundamental de la misma referida a nuestra Nación,era crear un espacio de solidaridad, donde ningún pueblo que la integra, tengan menos derechos, posibilidades de crecer, por tener una economía menos desarrollada, no poseer una segunda lengua etc.etc.,. A mi entender si no hubiese existido las Autonomías, muchos pueblos de España, no habrían alcanzado el desarrollo que se ha producido en estas tres décadas, claro que se tienen que arreglar muchas cosas, duplicidades, asesores, ya el estado dispone de funcionarios cualificados, etc.etc. El sistema puede y tienen que funcionar, y son los políticos los que tiene que hacer los cambios necesarios. ¿Cuanto cuesta el cambiar tantos embajadores, cada vez que cambia gobierno de la nación?,. Y son nuestras embajadas, las que tiene que agrupar todas las iniciativas comerciales de nuestras autonomías,es del todo inaceptable que tengamos embajadas autonómicas. Pedirle a nuestros políticos un esfuerzo en dignificar su labor, con ejemplo, pensando siempre en los ciudadanos que más desprotegidos están, pensando en la Educación, que tiene que ser una para todo el estado, la sanidad, universal sin distinción, proteger a nuestros mayores, la ley de la dependencia, una justicia más ágil eficaz. Educar y buscar los medios para que en esta Nación, no se nos diga cuando vamos a pagar si queremos factura, todos los profesionales tiene que sí o sí, entregar las mismas, y incentivar el estado de alguna manera a los contribuyentes al declararlas, con esto se conseguiría unos ingresos extras, consultas de abogados, médicos, obras propias y de comunidades, etc.etc., tendría que ser un delito muy grave este hecho. No sólo a mi entender son los políticos los responsable de nuestra situación actual,están también los bancos, que han ayudado a crear la burbuja inmobiliaria, han fallado todos los mecanismo de control de los mismos. Quiero creer que tenemos solución, que será difícil y que todos tendremos que arrimar el hombro, reeducarnos en valores, de esta manera podemos evitar que vengan a librarnos los bárbaros, o algún populista, o lo que sea. No quiero ningún salvador, quiero honestidad y justicia.
1275 | Uno - 25/08/2012 @ 12:35:42 (GMT+1)
Simplemente genial. Solo decir que los tribunales "autonomicos" no tienen ningun tipo de composición política (solo la tienen el CGPJ, el Tribunal Constitucional y el señor Fiscal General), pero son autonómicos como circunscripción administrativa, bueno, sin quitar claro que pueda haber tejemanejes por detrás o presiones...
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