Déficit atencional en adultos

Si le  cuesta concentrarse en una actividad, si mantiene una especie de “inquietud interna”, si siente una fuerte desorganización en su vida, si tiene dificultad para establecer prioridades, falta de habilidad para manejar el tiempo, problemas para completar  los trabajos en las fechas adecuadas, y si constantemente comete errores por descuido, ponga atención: probablemente usted sufre de déficit atencional. O quizá siempre lo ha sufrido, pero nunca fue diagnosticado. Y menos, tratado. ”La característica esencial de este síndrome es un patrón persistente de desatención y/o hiperactividad-impulsividad. Esto es una condición que se manifiesta a lo largo de la vida, afectando a niños, adolescentes y adultos de  todas las edades.

Componente genético

Existe un fuerte componente genético en la predisposición a desarrollarlo. El resumen: el déficit atencional es un trastorno que se tiene desde pequeño y que puede pasar desapercibido por muchos años, señala el neurólogo de la Clínica Las Condes, de Santiago, de Chile, doctor Patricio Ruedi.

¿Cómo se manifiesta? El déficit atencional tiene relación en cómo funciona el cerebro y en cómo la personas se van adaptando a las diferentes demandas cognitivas que se les van presentando.

Mucha gente  se acomoda muy bien a su realidad debido a sus capacidades. Pero, un buen rendimiento en el trabajo les demanda un aporte importante de energía. Así las personas con déficit atencional que logran adaptarse a diferentes escenarios van teniendo un desgaste diario que los puede llevar a colapsar.

Cansancio y problemas para dormir

De esta manera, no es raro ver profesionales exitosos de entre 30 y 40 años que se sienten muy cansados que tienen problemas para dormir, que son dispersos y que definitivamente, no rinden como lo hacían antes. Además, les cuesta mantenerse concentrados, tienen fallas en su memoria y se distraen fácilmente.”Cuando esto ocurre, comienza el problema sienten que el resto rinde más que ellos, que los otros son mejores y más capaces y vienen las dificultades con la autoestima”, comenta el especialista y agrega:”Lo más probable es que ellos hayan vivido toda su vida sin un diagnóstico de déficit atencional y, por lo tanto, nunca hayan sido tratados.

¿Cómo ignoraron el problema?

¿Cómo lo hicieron para no darse cuenta antes? Lo que sucede es que las personas con déficit atencional funcionan a través de la motivación: van a estar bien si están contentos, si les produce placer lo que hacen.  Sin embargo, si el trabajo se les hace rutinario, disminuye su interés, bajan su rendimiento y comienzan  con un estrés crónico: dolor de cabeza, insomnio, dolores abdominales, sensación de insatisfacción, cansancio, mal humor.

Dentro de este grupo, también debieran estar atentos los impulsivos o hiperactivos, ya que ambas son condiciones asociadas al déficit atencional. Por ejemplo, las personas que siempre andan apuradas, que no toleran los tacos ni las filas, o no saben esperar; los que se desesperan con la gente lenta para caminar o son impulsivos en la toma de decisiones.”Al ser hiperactivos piensan mucho, son muy creativos. El problema es que tienen muchas ideas pero la mayoría del tiempo quedan en nada, ya que concretan poco”, comenta, Ruedi.

No todo es negativo

Lo bueno de estas personas es que no todo es negativo. La gente con estas características tienen capacidades sobresalientes. Por ejemplo, tienen una enorme facultad para percibir todo tipo de información; tienen todas las antenas puestas. Son personas muy sensibles, muy intuitivas y muy buenas líderes. Por lo general, son exitosos si están haciendo cosas o trabajos que los estimulan. Por otra parte, tienen una gran capacidad para conceptualizar; esto significa que con poca información pueden manejar muy bien un tema. Igualmente, son muy buenos vendedores, finaliza el Dr. Patricio Ruedi.