Río de Janeiro pidió ser declarada Patrimonio de la Humanidad

Los coordinadores de la campaña destacaron algunos de los principales atractivos de la ciudad, como el parque de la Floresta de Tijuca, el Jardín Botánico, el Parque de Flamengo y las famosas playas cariocas. El proyecto realza también las manifestaciones culturales intangibles de Río de Janeiro y su contribución en el panorama cultural internacional a través de la samba, la bossa nova y el Carnaval, considerado uno de los festejos más célebres del planeta.

El ministro de Cultura, Juca Ferreira, destacó de Río que se trata de “una ciudad idílica, a pesar de todos sus problemas” e instó a incorporar como otro de los valores particulares de Río el “fútbol arte”, en referencia a la manera en que los brasileños lo juegan en sus playas. Por su parte, el presidente del Instituto de Patrimonio Histórico y Artístico Nacional, Luiz Fernando de Almeida, afirmó que “no existe todavía una ciudad que haya sido reconocida como Paisaje Cultural, porque no existe ninguna ciudad como Río de Janeiro”.

Y puede ser cierto.

Hace ocho años las autoridades enviaron un primer informe a la Unesco para que Río fuera declarada Patrimonio de la Humanidad en la categoría de Patrimonio Mixto, Natural y Cultural.
La propuesta fue rechazada por el organismo que, sin embargo, reconoció los méritos de la ciudad e instó a que se volviera a presentar en la categoría de Paisaje Cultural. Candidata a realizar los Juegos Olímpicos de 2016, en la región metropolitana de Río vivían a finales de 2007 casi 12 millones de personas y sólo en la ciudad hay 6.281.670 de habitantes.

En el caso de resultar distinguida como Patrimonio de la Humanidad –el fallo se conocerá a mediados de 2011-, Río de Janeiro sería la cuarta ciudad brasileña en hacerlo tras Ouro Preto, en el estado de Minas Gerais, Olinda (Pernambuco) y Brasilia. Además de estas ciudades, la Unesco también reconoció en el pasado otras áreas del país, como los centros históricos de Salvador, San Luis y Diamantina, así como la Reserva de la Mata Atlántica, el Area de Conservación del Pantanal o el archipiélago de Fernando de Noronha, entre otras. Río de Janeiro, sin dudas, se merece un lugar en el podio.