Frío y viento: éstos secan y resquebrajan la piel. Las mejillas y nariz son las partes más afectadas, ya que debido a su extensión y volumen están más expuestas. El problema aumenta con los cambios de temperatura.
Clima Seco: En ciudades secas, alejadas de la costa, la carencia de humedad ambiental provoca la deshidratación e irritación.
Contaminación: el esmog contiene radicales libres, partículas que son las responsables del envejecimiento cutáneo. Provocan que la piel se vea sin brillo, seca, arrugada y con una sensación de tirantez.
La Calefacción: todas las estufas de distinto tipo eliminan la humedad del aire, lo que daña especialmente las pieles secas y sensibles. Se recomienda- aunque haga mucho frío- ventilar todas las mañanas las casas y apartamentos.
Hidratar la piel y consumir líquido
La recomendación para disminuir todos estos efectos e hidratar la piel, es tomar líquido, aunque no le apetezca por el frío. Lo mejor es el agua del caño, ojalá filtrada. Las cremas a usarse deben de ser acordes al tipo de piel y edad. Hay muchas para reforzar la hidratación en invierno, una buena cosmetóloga sabrá aconsejarla, aunque generalmente acudimos a un centro comercial, donde hay muchas expertas que también lo hacen, en cada marca.
Peeling facial
El invierno es una época ideal para hacerse un peeling. Con éste se podrá eliminar manchas y rejuvenecer la piel de paso. El peeling consiste en una exfoliación intensa que elimina las capas superiores de la dermis, ayuda a cerrar los poros y alisa la piel. Es la época ideal para esta práctica, por la falta de sol.
Hay dos tipos de peeling: el químico en que se aplica ácido glicólico, que produce una descamación de la piel, dando luminosidad y rejuveneciendo la piel.
El peeling mecánico en tanto, consiste en pasar un cabezal con punta de diamante que pule la piel y estimula el recambio para atenuar las líneas de expresión y alisar la piel. Está demás señalar que ambos tratamientos, aunque inocuos, deben hacerse por un médico dermatólogo en una clínica o consulta especializad.
En cuanto al cuerpo, éste sufre de os mismos rigores, por lo que se recomienda, aplicar cremas humectantes en brazos, piernas y el resto del cuerpo. Además se puede tomar un baño de tina, al que se ha agregado antes aceites humectantes. Ud. verá pronto lo agradecido que se sentirán su rostro y cuerpo, pues cuando se vea al espejo, éste le mostrará una imagen de luminosidad y brillo.
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