El prestigio cultural de Madrid

Páginas definitivas de Azorín comentando la aventura literaria de su llegada a la capital. Dice que en el negro caos de su memoria, tocante al viaje a Madrid, “sólo aparecen esclarecidos tres momentos. Lo demás –dice- se lo ha tragado irremediablemente el olvido”. Los tres momentos son su descenso del tren en la estación de Atocha, su llegada a la pensión de la calle del Barquillo y su primer contacto con la calle de Alcalá. “Gente que entra y sale del teatro de Apolo. Estaba este teatro junto a la iglesia de San José”. La prosa de Azorín entrando en contacto con la realidad madrileña. La realidad convirtiéndose en literatura.

Los provincianos de todos los tiempos hemos soñado con Madrid, con estrenar aquí nuestro teatro, con publicar los primeros libros, con ver nuestra firma en los periódicos de la Villa y Corte. Los más famosos y los menos conocidos. Impresiones de Pío Baroja, de Valle-Inclán, de Rosalía de Castro… Yo también  recuerdo mi primer viaje desde Tomelloso. Desde La Mancha a Madrid mediaba todo un mundo de posibilidades, de ilusiones, y conforme iba llegando a la gran ciudad, la emoción crecía desmesuradamente. Era como vislumbrar la gloria literaria desde la cercanía.  Mis dos recuerdos más arraigados de aquellos momentos fueron mis visitas al Ateneo y al Museo del Prado. Los libros, el ambiente cultural, el arte en definitiva. El Ateneo de José Hierro, de Luis Jiménez Martos, de Pepe García Nieto, de Dámaso Alonso…

Hablo de un ayer lejano, pero todavía el prestigio cultural de Madrid continúa despertando el interés en las nuevas generaciones. Aquí están funcionando, ininterrumpidamente, las cuatro instituciones más importantes que se crearon hace alrededor de dos siglos: esta Asociación de Escritores y Artistas Españoles, el Círculo de Bellas Artes, el Ateneo, la Asociación Matritense de Amigos del País y la Asociación de la Prensa. Instituciones por las que han pasado los nombres más ilustres de las Bellas Artes, del periodismo, de las ciencias y la literatura. Siempre la misma pasión renovadora en la vida cultural madrileña, la misma devoción por los precursores, el mismo campo abierto para la juventud. La Asociación de Escritores y Artistas Españoles ha tenido presidentes tan prestigiosos como Emilio Cautelar, Jacinto Benavente, Mariano Benlliure y tantos otros. Actualmente la preside el  poeta, escritor y periodista Juan Van Halen.